El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llegó el sábado a Cuba en la última escala de su gira por Centroamérica y el Caribe, para tratar el tema de la emigración, en momentos en que la isla vive un éxodo masivo por la crisis económica.
A su arribo a la capital cubana procedente de Belice, el izquierdista López Obrador, fuerte crítico del embargo que Estados Unidos aplica contra la isla desde 1962, fue recibido por el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
En Twitter, su par Miguel Díaz-Canel le había dado la bienvenida a media tarde: “Su visita estrechará los lazos de amistad entre nuestros países, que ya son entrañables porque superan el tiempo y los desafíos para instalarse en el alma de nuestros pueblos”.
El ambiente de calma que reinaba en La Habana en espera de López Obrador, quien iniciará el domingo el programa oficial de su visita, se vio quebrado el viernes por una explosión en el lujoso hotel Saratoga de La Habana, con un saldo de 27 muertos, incluida una turista española.
La visita de “trabajo” se produce en momentos en que Cuba vive una migración masiva, en medio de su peor crisis económica en casi tres décadas, debido al reforzamiento de las sanciones de Washington y el impacto de la pandemia.
Desde que Nicaragua eliminó el pasado 22 de noviembre la visa para los cubanos, miles de isleños han viajado por diferentes rutas a ese país aliado de La Habana para tratar de alcanzar la frontera de Estados Unidos.
Según la oficina de Aduanas de Estados Unidos, desde octubre de 2021 hasta marzo de 2022, más de 78.000 cubanos entraron al país por la frontera con México, cifra que duplica el número de nacionales que abandonó la isla durante la llamada “crisis de los balseros”, en 1994.
Durante su gira, que también incluyó a Honduras, Guatemala, El Salvador, López Obrador demandó una mayor participación de Washington en soluciones conjuntas al problema de la migración irregular hacia Estados Unidos.
Antes de iniciar el jueves su recorrido y este mismo sábado, el mandatario mexicano pidió a la administración de Joe Biden no excluir a ningún país de la Cumbre de las Américas, que se realizará en Los Ángeles en junio, con énfasis en la crisis migratoria.
La semana pasada, Cuba denunció que Estados Unidos la excluyó de los preparativos para la cumbre y lo calificó de “retroceso histórico”, después de que La Habana asistiera a las citas de Panamá (2015) y Perú (2018).