Economía de EEUU es "resiliente", afirma Biden, a pesar de caída inesperada del PIB

Economía de EEUU es "resiliente", afirma Biden, a pesar de caída inesperada del PIB

El crecimiento estadounidense tuvo un frenazo inesperado en el primer trimestre, con una contracción del PIB de 1,4% en proyección anual, pero la economía es “resiliente”, aseguró el presidente Joe Biden.

“La economía estadounidense, impulsada por las familias trabajadoras, sigue siendo resiliente frente a los desafíos históricos”, dijo el mandatario al subrayar que “factores técnicos” afectaron el desempeño entre enero y marzo.

El PIB tuvo una contracción en proyección anual de 1,4% en el primer trimestre (el porcentaje proyectado a 12 meses si se mantuvieran las condiciones al momento de la medición). Los analistas esperaban un crecimiento de 1,1%.

Si se compara con el trimestre anterior, el descenso es de 0,4%, según datos del Departamento de Comercio.

Biden aseguró en rueda de prensa que “no está preocupado” por un riesgo de recesión en la primera economía mundial. Se necesitan dos trimestres de contracción para considerar a una economía en recesión.

“Estados Unidos enfrenta los desafíos del covid-19 en el mundo entero, la invasión injustificada de Ucrania por (el presidente rusa Vladimir) Putin, y la inflación mundial”, remarcó el mandatario poco antes en un comunicado.

El primer trimestre marca así una clara reversión sobre la tendencia que se marcó en el último trimestre de 2021, con un porcentaje anualizado de 6,9% de crecimiento del PIB.

Se trata también del trimestre más débil desde la primavera boreal de 2020, cuando la pandemia llevó a la economía estadounidense a una fuerte recesión.

El frenazo se debió a la disminución del gasto público, al aumento de las importaciones, ya que las empresas trataron de reconstruir sus inventarios en medio de la escasez de suministros, y a la disminución de las exportaciones.

En el primer trimestre, la mayor economía mundial se vio afectada asimismo por la ola de ómicron que golpeó al país, y la persistencia de los problemas en las cadenas de suministro.

La inflación, ya elevada, se vio aún más impulsada por la guerra en Ucrania desde fines de febrero.

Algunos economistas alertaron recientemente sobre la posibilidad de una recesión de corto plazo, por una combinación de factores que afectan a la economía, empezando por la inflación más alta desde inicios de la década de 1980.

Entre enero y marzo, los precios al consumo subieron 6,3%, según el índice de inflación PCE, que es el que privilegia la Reserva Federal (Fed), publicado con el PIB este jueves.

Al mismo tiempo, la escasez de mano de obra sigue haciéndose sentir en Estados Unidos, y se explica por una serie de factores como retiros por jubilación o millones de renuncias cada mes en un contexto de fuerte demanda de empleo.

Robusta por el momento

La mayoría de los economistas consideran que la economía estadounidense es sólida, puesto que el consumo, motor histórico del crecimiento, se mantiene.

El gasto de los consumidores repuntó un 2,7%, mientras que el de las empresas aumentó un 7,3% respecto al trimestre anterior.

“Débil en apariencia, pero robusta por dentro”, tuiteó Gregory Daco, economista jefe de EY Parthenon, aunque tomó la precaución de agregar entre paréntesis: “Por el momento”.

“La primera contracción del PIB desde el final de la recesión no dejará de atizar los temores de una desaceleración de la economía, pero al mirarlo de cerca, el informe no es tan preocupante como parece”, comentó por su parte Lydia Boussour, economista de Oxford economics.

Las perspectivas, entretanto, son inciertas. La guerra en Ucrania frena el crecimiento de la mayoría de los países y la política china de tolerancia cero al covid continúa alimentando los problemas de abastecimiento.

Las miradas se vuelcan hacia el banco central estadounidense, que se reúne martes y miércoles. Su presidente Jerome Powell afirmó la semana pasada que la Fed planea subir sus tasas directrices de forma más fuerte de lo previsto.

Sin embargo, para Rubeela Farroqi, economista de High Frequency Farooqi, “la tendencia positiva de los gastos de consumo y de las inversiones de las empresas” debería llevar a la Fed a mantener el rumbo.