Reportan entre cinco y diez personas son secuestradas cada día, con picos a veces de hasta 20 al día
Puerto Príncipe, Haití |Miles de personas se manifestaron el martes en Haití para mostrar su repudio al aumento de los secuestros y la falta de acción del gobierno del primer ministro Ariel Henry para proteger a la población de las bandas criminales.
El país caribeño lleva meses bajo el yugo de las bandas, cuya influencia se ha extendido mucho más allá de los barrios pobres de Puerto Príncipe, su lugar de nacimiento.
“Según las alertas que recibimos, diría que entre cinco y diez personas son secuestradas cada día, con picos a veces de hasta 20 al día“, explicó Marie-Rosy Auguste Ducena, activista de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos.
La región que rodea a la capital “se ha convertido en un laberinto del crimen”.
“No llevamos una vida normal en Puerto Príncipe. La gente está totalmente paralizada: es un reino del miedo”, se quejó Jean-Robert Argant, coordinador del colectivo 4 de diciembre, una de las organizaciones que convocaron la protesta.
Los secuestradores, en algunos casos, se visten a veces con uniformes de policía para llevar a cabo sus crímenes.
“Imaginen la angustia que esto genera (…) cuando la policía honesta quiere realizar registros o controles, los ciudadanos tienden a huir porque no saben si se trata de policías de verdad o de secuestradores disfrazados de policías”, explicó Argant.
Una gran manifestación recorrió pacíficamente las calles de Puerto Príncipe durante más de tres horas bajo vigilancia policial, coreando consignas contra el gobierno y la policía, cuyos agentes han sido acusados de no hacer nada frente a las bandas armadas.
“Estamos cansados de recibir balas, de ser secuestrados: pedimos a Ariel Henry, ya que ha demostrado su incapacidad, que dimita”, dijo el manifestante Robens Dorvil.
En Los Cayos, la tercera ciudad de Haití, un grupo de manifestantes tomó la pista del aeropuerto e incendió un pequeño avión de misioneros estadounidenses.
“Nuestro equipo en tierra está a salvo. Nos estamos preparando para traerlos de vuelta a Estados Unidos de forma segura”, dijo Agape Flights, con sede en Florida, en un comunicado en el que añadía que se habían cancelado otros vuelos de esta semana.
Los medios de comunicación locales informaron de que una persona murió y varias resultaron heridas de bala cuando la policía actuó contra el grupo que atacó el avión.