El coordinador de la Unión Europea encargado de supervisar las negociaciones nucleares con Irán, Enrique Mora, debía llegar en la noche del sábado al domingo a Teherán, a la espera de un acuerdo que, según el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, podría llegar en “cuestión de días”.
Está previsto que Mora se reúna con el jefe negociador iraní, Ali Bagheri, indicó la agencia de prensa oficial iraní, Irna.
Irán lleva varios meses en conversaciones en Viena con China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania para reactivar el acuerdo de 2015 que supuestamente impediría a Teherán hacerse con la bomba atómica, a cambio del levantamiento de las sanciones que asfixian a la economía iraní.
“Debemos concluir esta negociación. Hay mucho en juego”, tuiteó Mora, indicando que estaba haciendo esfuerzos “para cerrar las brechas” que quedan entre las posiciones de las partes interesadas.
El acuerdo de 2015 se empezó a desmoronar tras la retirada unilateral de Washington en 2018, decidida por el entonces presidente, Donald Trump. Con su salida, se restablecieron las sanciones contra Irán, que en respuesta se liberó paulatinamente de los compromisos y límites asumidos respecto a su programa nuclear.
A su llegada a la Casa Blanca, el demócrata Joe Biden quiso volver al acuerdo, pero las negociaciones indirectas siguen siendo difíciles.
“Cuestión de días”
El jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, afirmó el sábado que la firma de un nuevo acuerdo sobre el programa nuclear de Irán era “cuestión de días”.
“Estamos muy cerca, pero todavía quedan algunos temas pendientes”, dijo Borrell a los periodistas al margen del Foro de Doha en Qatar. “No puedo decir cuándo ni cómo, pero es cuestión de días”, aseguró.
Estados Unidos se mostraba un poco menos optimista a principios de semana: “Ha habido un progreso significativo en las últimas semanas, pero quiero dejar claro que un acuerdo no es inminente ni seguro”, dijo el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, como para moderar el optimismo.
Irán confirmó el sábado que retirar a la Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico de la República Islámica, de la lista estadounidense de “organizaciones terroristas”, estaba entre los puntos aún en discusión.
“El tema de la Guardia Revolucionaria definitivamente forma parte de nuestras negociaciones”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, en una entrevista con la televisión estatal.
“Intercambiamos mensajes con los estadounidenses sobre este tema. Así que este es uno de los temas que aún está sobre la mesa”, agregó.
Se trata de la primera confirmación oficial de que la retirada de los Guardianes de la lista negra de Washington se encuentra entre los temas aún a debate.
Amir-Abdollahian precisó que altos responsables de ese cuerpo le habían pedido que este tema no fuera un “inhibidor” si el acuerdo aseguraba los “intereses nacionales” de Irán.
Blinken en Israel
Las negociaciones en Viena llevan suspendidas desde el 11 de marzo, después de que Rusia exigiera garantías estadounidenses de que su futura cooperación con Irán no se vería afectada por las sanciones impuestas a Moscú por su invasión de Ucrania. Rusia confirmó unos días después que había recibido las garantías necesarias.
Según Irna, desde entonces las consultas entre el ministro de Exteriores iraní y sus homólogos se han reanudado.
La visita del funcionario europeo a Teherán coincide con la del jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, a Israel.
La perspectiva de un acuerdo nuclear iraní preocupa al gobierno de Israel, enemigo jurado de la República Islámica, y a los aliados estadounidenses en la región del Golfo que perciben a Irán como una amenaza.
El primer ministro israelí, Naftali Bennett, dijo el sábado que le preocupaba que la Guardia Revolucionaria pudiera ser eliminada de la lista negra estadounidense.
“La nueva serie de ataques de rebeldes hutíes, apoyados por Teherán, en Arabia Saudita “es una prueba suplementaria de que las agresines regionales de Irán no tienen límites y refuerza nuestra preocupación de ver a la Guardia Revolucinaria (ejército ideológico de Teherán)retirados de la lista (estadounidense) de organizaciones terroristas”, tuiteó Bennett.
En febrero, ya había dicho que estaba “profundamente preocupado” por la posibilidad de un acuerdo que, según Tel Aviv, no impediría a Irán hacerse con el arma nuclear.
Por su parte, Irán siempre ha negado querer adquirir armas atómicas.