AFP.- El mercado laboral estadounidense siguió en ascenso en febrero, con una fuerte creación de empleo, y el desempleo se acerca a niveles prepandemia, pero la guerra en Ucrania siembra incertidumbre.
En total la economía creó 678.000 empleos en febrero, tras los 481.000 generados en enero, una cifra revisada al alza, según datos del Departamento de Trabajo publicados el viernes. Los analistas anticipaban 400.000 nuevos puestos de trabajo en febrero.
Por otra parte, la tasa de desempleo cayó más de lo previsto a 3,8%, contra 4% el mes anterior y se aproxima de esta forma al mínimo histórico anterior a la pandemia, de 3,5%, alcanzado durante el gobierno de Donald Trump.
El mes pasado “el crecimiento del empleo fue generalizado, con subidas en los sectores del ocio y de la hostelería, los servicios profesionales y comerciales, la atención médica y la construcción”, comentó el Departamento de Trabajo en un comunicado.
El nivel de empleo registrado en febrero sigue siendo inferior al del mismo mes de 2020, antes de la pandemia de covid-19, agregó.
– Suben los salarios-
Todos estos datos se remontan a mediados de febrero, es decir antes de la invasión rusa de Ucrania, que sacudió los mercados financieros mundiales y provocó un fuerte aumento de los precios de la energía.
El mercado laboral se enfrenta por lo tanto a nuevas amenazas que podrían obstaculizar el crecimiento del empleo en el futuro, ahora que el banco central estadounidense se dispone a aumentar las tasas de interés en marzo.
Los economistas coinciden en que Estados Unidos es menos vulnerable que Europa a los efectos económicos de esta guerra, pero advierten que si el conflicto se prolonga tendrá repercusiones globales impredecibles.
El propio presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, subrayó esta semana ante el Congreso que las consecuencias para la economía estadounidense son “altamente inciertas”.
Por un lado, las empresas estadounidenses no tienen “grandes interacciones” con Rusia, por el otro, los efectos secundarios son impredecibles por el momento, explicó.
Al menos hasta ahora la recuperación del mercado laboral ha salvado todos los obstáculos. Las ofertas de empleo rozan un récord, los despidos tocan mínimos y la contratación se ha mantenido sólida durante las sucesivas oleadas de la pandemia.
Muchas empresas afirman que todavía tienen dificultades para atraer a trabajadores, un desafío que ha impedido que el crecimiento del empleo sea aún más fuerte.
La competencia por atraer mano de obra ha hecho subir los salarios, pero su aumento se desaceleró en febrero: +5,1% para el salario promedio por hora interanual después del 5,7% en enero.
Los salarios por encima de los 15 dólares la hora en muchos sectores -una cifra impensable antes de la pandemia- son buenas noticias para los empleados pero no compensan la inflación (+7,5% en enero en el acumulado en 12 meses).
También es una preocupación para los responsables de diseñar las políticas de la Fed.
Para controlar la espiral de precios, Powell anunció el miércoles que propondrá en la reunión del 15 y 16 de marzo una subida del 0,25% de las tasas de interés directrices, un alza modesta.
Pero ha hecho hincapié en que la Fed actuará de forma “más agresiva” si la inflación persiste. Porque más allá del conflicto en Europa, la subida de las tasas también dependerá de la vitalidad del mercado laboral, del aumento de los salarios y de la economía en general.
La Fed considera actualmente que la tasa de desempleo debería volver a su nivel previo a la pandemia para fin de año