AFP.- En el Día de San Valentín, este lunes, activistas por los derechos LGBTQ de Taiwán desafiaron un fuerte aguacero para protestar por deficiencias de la ley del matrimonio igualitario.
Taiwán se encuentra a la vanguardia en Asia del movimiento que vela por los derechos de estas comunidades, convirtiéndose en 2019 en el primero en esa parte del mundo en legalizar el matrimonio igualitario.
No obstante, las parejas del mismo sexo todavía se enfrentan a ciertas dificultades, entre ellas la de no poder casarse con una persona extranjera si en el país de origen de ésta no rige una ley similar.
Esta isla aplica actualmente unas restricciones fronterizas muy estrictas a causa de la pandemia de covid-19, por lo que algunas parejas binacionales se ven obligadas a permanecer separadas.
“No soy yo que amo a una persona por error, éste es del gobierno que no lo corrige”, indicó Andrew Chuang, quien se encuentra separado de su compañero japonés desde hace más de dos años.
Andrew estaba este lunes rodeado de activistas y parejas LGBTQ reunidos para manifestarse por estas separaciones, atando simbólicamente centenares de cintas amarillas en las puertas de la sede del gobierno en Taipéi.
Las cintas contenían los nombres, nacionalidades y número de días que llevan separadas las personas en esta situación.
Desde el inició de la pandemia, Taiwán ha permitido el ingreso a su territorio sólo a diplomáticos, a algunos estudiantes extranjeros, y a trabajadores y sus cónyuges.
Aquellos que pueden residir gracias a visados de trabajo o como estudiantes temen que llegue el día en que sean separados, puesto que las restricciones fronterizas no se flexibilizan.
El sistema judiciario taiwanés ha revisado casos individuales. Pero, hasta ahora sólo tres parejas han ganado ante los tribunales.