AFP.- Un año después de su repentina desaparición, que causó gran conmoción en Naciones Unidas, el vasto tapiz que representa el Guernica de Picasso, propiedad de la familia Rockefeller, regresó este sábado a su sitio en la entrada del Consejo de Seguridad, anunció la ONU.
“El tapiz de Guernica y su simbolismo cuestionador -su descripción de los aspectos atroces de la naturaleza humana- nos enfrenta a la crueldad, la oscuridad y también a un rayo de esperanza en la humanidad”, dijo Nelson Rockefeller Jr, citado en un comunicado de prensa de la ONU.
“Estoy feliz de que el tapiz pueda continuar llegando a una parte más amplia de la población mundial y ampliar su capacidad para llegar a las personas y educarlas”, agregó.
“Es genial”, reaccionó un diplomático resumiendo el alivio de muchos de sus colegas, funcionarios o periodistas que trabajan en Naciones Unidas en Nueva York.
En febrero de 2021, en medio de la crisis de covid-19 y mientras la sede de la ONU estaba desierta sin sus miles de empleados, obligados a teletrabajar, el gran tapiz desapareció de la entrada del Consejo de Seguridad sin que se diera ninguna explicación de parte de la familia Rockefeller, que lo había dado en préstamo a la ONU desde hacía más de tres décadas.
Encargado en 1955 por Nelson Rockefeller, el tapiz extraído de la obra de Pablo Picasso y que representa el bombardeo de la ciudad de Guernica el 26 de abril de 1937 por parte de la Alemania nazi y la Italia fascista, fue tejido por el taller francés de Jacqueline de La Baume-Dürrbach.
En una entrevista con el New York Times publicada el sábado, Nelson Rockefeller Junior admitió un “error de comunicación” sobre una obra que aparentemente necesitaba limpieza.
El tapiz fue devuelto a la ONU con la posibilidad de que la familia se lo lleve temporalmente para exhibirlo en Estados Unidos y en todo el mundo.
La presencia de esta obra, ante la que pasan habitualmente presidentes, ministros y embajadores que acuden al Consejo de Seguridad, pretende generar conciencia sobre la tragedia de la guerra.
En una carta fechada el 15 de diciembre y dirigida a Nelson Rockefeller Jr., el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, había elogiado el próximo regreso de la obra a la sede de Naciones Unidas.
“Esta es una buena noticia en un año difícil de penurias y conflictos globales que llega a su fin”, dijo, y explicó que el tapiz “expresa al mundo la necesidad urgente de promover la paz y la seguridad internacionales”.
“Nos sentimos honrados de servir como custodios concienzudos de esta obra única e icónica, inspirándonos en su mensaje”, agregó.