Kiev, Ucrania | AFP | El presidente francés, Emmanuel Macron, discutió este jueves separadamente con sus pares de Rusia Y Ucrania, Vladimir Putin y Volodomir Zelenski, sobre las crispaciones internacionales en torno a Ucrania, que diversas gestiones europeas intentan apaciguar.
El Kremlin dijo que Putin y Macron mantuvieron un “diálogo sustancial” sobre la situación en Ucrania y sobre el deseo de Moscú de obtener garantías para la seguridad de Rusia por parte de los países occidentales, en la que fue su tercera llamada telefónica en una semana.
Según la presidencia rusa, Putin volvió a denunciar “las declaraciones y acciones provocadoras de las autoridades ucranianas”.
Más tarde, Zelenski también habló con Emmanuel Macron sobre las maneras de “hacer frente a los desafíos a la seguridad” y “hacer avanzar el proceso de paz”, segun tuiteó el presidente ucraniano.
“Acordamos más medidas conjuntas para mantener la estabilidad de Ucrania”, agregó.
Frente a las decenas de miles de militares rusos concentrados en la frontera con Ucrania, que hacen temer una invasión, Estados Unidos decidió enviar 3.000 soldados suplementarios al este de Europa.
Los países de la Unión Europea (UE), que ya advirtieron de severas sanciones económicas contra rusia en caso de ataque, intensifican los contactos para una desescalada, con visitas casi diarias a Kiev de líderes occidentales y altos diplomáticos, y en conversaciones telefónicas con Putin.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, están considerando visitar Moscú.
Francia y Alemania también intentan reactivar el proceso de paz en el este de Ucrania, donde Kiev lleva ocho años luchando contra los separatistas prorrusos.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, visitó por su lado Kiev este jueves, y ofreció acoger una cumbre entre Rusia y Ucrania en su país.
“Turquía está dispuesta a poner de su parte para resolver la crisis entre dos países amigos, que son sus vecinos en el mar Negro”, declaró Erdogan tras ser recibido por Zelenski, quien se dijo “dispuesto a hacer cuanto sea posible” para instaurar la paz en Ucrania.
El dirigente turco aprovecha su pertenencia a la OTAN y sus buenas relaciones con Kiev para proponer su mediación.
Antes de partir hacia Kiev, le había reiterado el mismo ofrecimiento a Vladimir Putin, sugiriendo que el presidente ruso haga una escala en Turquía cuando regrese de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, el viernes.
Drones –
Ucrania es uno de las cuestiones sensibles entre Rusia y Turquía, que apoya la pertenencia de Ucrania a la OTAN y se opuso firmemente a la anexión de Crimea por Rusia en 2014, en nombre de la protección de su minoría tártara de habla turca.
Putin acusa a su homólogo turco de suministrar a Kiev drones armados utilizados contra los separatistas prorrusos en el este de Ucrania. Los mandatarios turco y ucraniano firmaron el jueves un acuerdo para incrementar la producción de esos dispositivos en Ucrania.
Occidente acusa a Rusia de concentrar decenas de miles de soldados en las fronteras de Ucrania desde finales de 2021 para preparar una posible invasión. Rusia niega cualquier movimiento de este tipo y asegura que solo quiere garantizar su seguridad.
Moscú cree que la desescalada solo será posible si se garantiza el fin de la política de ampliación de la OTAN, especialmente hacia Ucrania, y la retirada de sus capacidades militares en el este de Europa.
Riesgo “bajo” –
Washington anunció un refuerzo del flanco oriental de la OTAN con el redespliegue de 1.000 soldados de Alemania en Rumanía y el envío de otros 2.000 principalmente a Polonia.
Estas tropas se suman a los 8.500 efectivos en estado de alerta desde finales de enero para ser desplegados en caso de necesidad como fuerza de reacción rápida de la OTAN.
“Estas fuerzas no van a luchar en Ucrania”, que no forma parte de la OTAN, dijo el portavoz del departamento de Defensa estadounidense John Kirby, asegurando que se trata de un despliegue temporal.
El gobierno ruso criticó la medida e instó el jueves a Estados Unidos a dejar de avivar la crisis.
“Pedimos a nuestros interlocutores estadounidenses que dejen de alimentar las tensiones”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, considerando que la decisión de Washington solo “empeora” la situación y que la “preocupación de Rusia (…) está perfectamente justificada”.
El ministro ucraniano de Defensa, Olkesii Reznikov, consideró que el riesgo de una “escalada significativa” es “bajo”.
En cambio, Kiev teme maniobras de “desestabilización interna” fomentadas por Rusia, sospechosa de apoyar a los separatistas del este.