La Habana, Cuba | AFP |A pesar de la reciente apertura al sector privado a casi todas las actividades económicas, el Estado cubano descarta soltar el monopolio de empresas estatales especializadas en importación y exportación de mercancías, afirmó este lunes el ministro Rodrigo Malmierca.
El sector privado que quiera “importar cosas (…) puede hacerlo a través de las empresas especializadas que son estatales”, dijo Malmierca, titular de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, en entrevista con el semanario Bohemia.
Unas 1.400 Mini, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes)fueron creadas desde su aprobación en septiembre pasado, y aunque algunas son estatales, la inmensa mayoría son privadas y abarcan casi todas las ramas de bienes y servicios.
Esos nuevos empresarios se quejan de lo oneroso que resulta importar a través de empresas estatales y piden al gobierno facilidades para traer sus insumos a la isla.
En el VIII Congreso del gobernante Partido Comunista en abril de 2021, el líder histórico Raúl Castro “reiteró que el comercio exterior seguirá siendo monopolio del Estado”, recordó el ministro, poniendo en duda que las empresas privadas estén listas para importar y exportar “eficientemente”.
Malmierca admitió que la inversión extranjera en Cuba tiene numerosas dificultades, algunas generadas por el embargo estadounidense, la falta de liquidez, pero otras por ineficiencias de Cuba.
No obstante, señaló que desde 2014 hasta la actualidad, “hay negocios pactados por más de 7.000 millones de dólares”, lo que “no es poco”, consideró
Pero “no todo (ese capital) está operativo, porque ese es otro problema. A veces aprobamos el negocio, y el capital no puede venir porque los bancos no lo transfieren”.
Otras peticiones de inversionistas extranjeros en las que Cuba no está dispuesta a ceder son la contratación directa de trabajadores y la propiedad privada sobre el terreno.
“La contratación del personal a través de una agencia empleadora (local) responde a políticas”, que buscan que los trabajadores de negocios extranjeros no ganen más que sus pares en empresas del Estado, señaló el ministro.
Añadió que “también hay otras cosas que no les gustan (a los inversionistas), y no por ello vamos a cambiarlas. Por ejemplo, la propiedad de la tierra es patrimonio del Estado, está refrendado en la Constitución”.
El terreno que muchos extranjeros quieren comprar para construir hoteles, “aquí no lo vendemos, lo cedemos en usufructo, y puede ser a largo plazo”, dijo admitiendo que “esto a veces dificulta que los inversores vengan a Cuba”.