Kington Jamaica. –La Embajada de la República Dominicana en Kingston celebró por primera vez en la historia de las relaciones bilaterales una misa solemne en honor al Día de Nuestra Señora de la Altagracia, en un año histórico en el que se conmemora el centenario de la coronación canónica de la Madre Espiritual y Protectora del Pueblo Dominicano. La misa fue oficiada en la majestuosa Catedral de la Santísima Trinidad por el Arzobispo de Kingston, Kenneth Richards, máxima autoridad de la Iglesia Católica en Jamaica, y co-oficiada por el padre español, Jorge López Nieto.
La Embajadora dominicana en Jamaica, Angie Martínez, expresó que los dominicanos se habían congregado en la Catedral de Kingston por amor a la Virgen, en una hermosa fiesta patriótica de fe y devoción hacia la Santa Madre “nos emociona poder celebrar por primera vez en Jamaica un evento tan especial para el pueblo dominicano. Celebrar 100 años de coronación con canónica de la Virgen de la Altagracia, es una ocasión para renovar nuestro amor a María, a Jesucristo y a la Iglesia. 100 años de fe y devoción mariana, marcadamente Altagraciana. 100 años para soñar otros 100 años más llenos de esperanza y de confianza en el futuro, que está en las manos de Dios”.
La diplomática dominicana afirmó que la presencia de la Virgen de la Altagracia en la catedral refleja los excelentes lazos de amistad que unen a Jamaica y a la República Dominicana: “Nos llena el pecho de orgullo ver que nuestra Madre Protectora tiene un lugar privilegiado en la Catedral de Kingston, siendo la única pintura expuesta en este bello templo, gracias a la autoría y donación del diplomático y pintor dominicano José Tomás Ares. Este hecho representa sin duda una conexión hermosa entre el pueblo jamaicano y el dominicano; una prueba de nuestras excelentes relaciones; y una muestra de la unión de nuestra fe. Que sea esta imagen de la Virgen de la Altagracia, enclavada en esta hermosa catedral, la que mantenga siempre fuertes y unidas a Jamaica y a la República Dominicana”.
La Embajadora confesó sentir una gran devoción hacia la Virgen y aprovechó sus palabras para solicitar su intercesión por el pueblo dominicano, por Jamaica y por los pueblos hermanos del mundo para vencer la pandemia. Asimismo, pidió por una mayor justicia social, igualdad y equidad en el mundo “Santa Madre, protégenos de la desesperanza que siembran las injusticias sociales. Permite que las riquezas del mundo se repartan con igualdad y equidad; que el pan nunca falte en nuestras mesas; que contemos con igualdad de oportunidades; que la educación sea un bien de todos; que el acceso a la salud sea la norma; y que siempre tengamos un techo donde cantar tus alabanzas”.
La misa contó con la presencia de Embajadores acreditados en la isla; autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores y de Comercio Exterior de Jamaica; directores y CEO de importantes empresas dominicanas establecidas de manera exitosa en Jamaica, tales como Dennis Valdez, Director Gerente de Newport FERSAN Jamaica; Bela Szabo, CEO de GB Energy-TEXACO Jamaica; José Sasso, Jefe País de IMCA CATERPILLAR Jamaica; José Melo, Director de Postventa de Hyundai Magna Motors Jamaica; y Carolina Ureña, directora administrativa y financiera de Therrestra.
La comunidad dominicana en Jamaica estuvo representada por valiosos connacionales que ponen en alto nuestra bandera, tales como Juan Cheaz, alto funcionario de la FAO-Naciones Unidas en Jamaica; el Capitán Piloto Rosario Leonardo; el Segundo Teniente, Víctor Rosario; Luz Tejada, Jefa de Recursos Humanos y Desarrollo de Negocios, de Pepsi; Ysis Cruz, en representación de la Asociación de Dominicanos en Jamaica; Angel Rivera, gerente de compras de CEMEX, entre otros.
El culto contó con el coro y el órgano de la catedral, así como con la interpretación de canciones a la virgen de parte del misionero dominicano, Elyoenay Tejada. La canción original “La Tatica de Higüey”, compuesta por Carlos Iván Plazas, cerró la celebración. Al finalizar la ceremonia religiosa los presentes compartieron un momento agradable en los jardines de la catedral, en el marco de un buffet de delicias dominicanas ofrecidas por la Embajada.