Bogotá, Colombia | AFP | El gobierno colombiano denunció este martes que su cónsul en Haití fue amenazado cuando gestionaba la defensa de 18 exmilitares colombianos presuntamente implicados en el magnicidio del presidente Jovenel Moise.
La vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, aseguró que el diplomático Julio Santa “está amenazado” tras varios intentos frustrados de conseguir abogados para un grupo de 18 mercenarios colombianos detenidos en Haití desde julio de 2020 por su participación en el asesinato.
En un encuentro con la prensa internacional, Ramírez apenas mencionó el caso del cónsul, absteniéndose de dar más detalles.
Santa es el único representante diplomático de Colombia en Haití, donde la mayoría de la población se encuentra sometida a la violencia de poderosas pandillas.
Al cabo de seis meses en prisión, los colombianos aún no tienen representación legal, se quejó la canciller.
Al mismo tiempo exigió que se les respete “el debido proceso” en el marco de la investigación por el asesinato de Moise, ocurrido el 7 de julio pasado.
El mandatario fue atacado en su residencia privada por un comando de hombres armados, en su mayoría colombianos. Ramírez clamó por “una investigación internacional” sobre el hecho.
El gobierno de Iván Duque ha denunciado los malos tratos que las autoridades haitianas le han dado a los reos, quienes aseguran haber sido contratados por la empresa CTU Security, radicada en Miami, para capturar y entregar a Moise a la autoridad antinarcóticos estadounidense.
El magnicidio agravó la crisis política en un país con una pobreza endémica.
Basado en pesquisas en las que colabora junto al FBI, Bogotá sospecha que una parte de los mercenarios fueron engañados y que solo unos cuantos supieron del plan para asesinar al presidente.
Aunque los hombres ingresaron a la residencia del mandatario sin encontrar resistencia de la policía, en las horas posteriores al crimen se desató un enfrentamiento con las autoridades en el que murieron tres de los agresores y el resto fueron capturados.
Según Ramírez, los cuerpos de los fallecidos se encuentran “en muy mal estado” y no han sido repatriados.
El también colombiano Mario Antonio Palacios, quien participó en el operativo, logró escapar de Haití y huyó Jamaica, donde fue arrestado en octubre. Posteriormente fue extraditado a Estados Unidos, donde responde ante la justicia por el asesinato de Moise.
Junto a los colombianos se encuentran detenidos en Puerto Príncipe varios haitianos y dos estadounidenses vinculados al crimen. Sin embargo, la investigación sobre el magnicidio no parece avanzar.