AFP.- El papa Francisco manifestó este lunes su “preocupación” por la producción de armas nucleares y reiteró que su posesión es “inmoral” tras pedir que se reanuden las negociaciones sobre ese tema con Irán.
“Entre las armas que la humanidad ha producido, las nucleares son motivo de especial preocupación”, reconoció el papa en su tradicional discurso anual ante el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
“Un mundo sin armas nucleares es posible y necesario”, afirmó el pontífice argentino al mencionar la X Conferencia para la Revisión del Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares que estaba prevista en Nueva York para estos días y que fue pospuesta por la pandemia.
“La Santa Sede sigue insistiendo en que las armas nucleares son instrumentos inadecuados e inapropiados para responder a las amenazas a la seguridad en el siglo XXI y que su posesión es inmoral”, afirmó.
“Su uso, además de producir consecuencias humanitarias y medioambientales catastróficas, amenaza la existencia misma de la humanidad”, recalcó.
Para el pontífice argentino es de “vital importancia” que se reanuden las negociaciones sobre el acuerdo nuclear con Irán.
Las conversaciones para salvar el acuerdo de 2015 y evitar que Irán adquiera armas atómicas se reanudaron en noviembre en Viena después de una pausa de cinco meses.
Participan en ellas Irán y los países que aún forman parte del pacto (Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia , China).
El papa, ferviente defensor de un multilateralismo “inclusivo”, condenó “la abundancia de armas y la falta de escrúpulos” para su uso.
“A veces nos hacemos la ilusión de que las armas solo sirven para disuadir a posibles agresores. La historia, y por desgracia también las noticias, nos enseñan que no es así. Quien tiene armas, tarde o temprano acaba usándolas, porque, como decía san Pablo VI, ‘no es posible amar con armas ofensivas en las manos'”, subrayó.
En su discurso ante los más de 180 embajadores y representantes del cuerpo diplomático, el papa repasó los numerosos conflictos que azotan al planeta y mencionó entre ellos los de Siria, Yemen, Etiopía, Ucrania y Sudán.
El papa latinoamericano reconoció estar alarmado por “conflictos interminables que a veces parecen verdaderas guerras de poder”.