Por: Sergio Silva Numa
Este domingo varios medios de comunicación han replicado una noticia sobre el primer caso de una paciente con infección simultánea de “gripe” y coronavirus. Pero no es el primero, ni desemboca en una enfermedad más grave. Tampoco, al menos oficialmente, parece existir el diagnóstico “flurona”. Un caso para reflexionar sobre el afán de informar sobre coronavirus.
Una “noticia” se popularizó este domingo 2 de enero en muchos medios de comunicación y en redes sociales. La detección del supuesto primer caso de una paciente en Israel que tuvo influenza y coronavirus de manera simultánea apareció en los titulares de los principales medios. Algunos optaron por ser más rimbombantes que otros: “Flurona: gripe y Coronavirus, la nueva infección que alerta al mundo”, tituló El Clarín de Argentina. “Flurona: Israel ha reportado el primer caso en el que la gripe y el Covid-19 se han dado al mismo tiempo”, publicó el diario Marca. “Científicos detectan el primer caso de flurona, una infección simultánea entre COVID-19 y gripe”, señaló un canal de televisión colombiano.
Cualquiera puede alarmarse con esas frases y entrar en pánico si se encuentra con esta otra del diario Sport, de España: “¿Qué viene después de ómicron? Se llama ‘flurona’, la mezcla entre coronavirus y gripe”. Pero hay varias cosas que no son ciertas en estos titulares y noticias perturbadoras.
La principal es que no se trata de una “nueva infección que alerta al mundo”. Tampoco que sea más grave. Mucho menos es el primer caso de una persona en la que se detecta covid-19 y “gripe” (o influenza). Desde que inició la pandemia ha habido varios reportes de pacientes que han tenido ambas infecciones al mismo tiempo. Sus pronósticos, han escrito varios investigadores, no son inquietantes.
Desde marzo de 2020, por ejemplo, tras realizar una análisis de la literatura disponible, la Colaboración Cochrane publicó un breve informe en el que señalaba que, aunque los casos eran escasos, ya había reportes de coinfecciones por el virus SARS-CoV-2 (causante del covid-19) con otros patógenos.
En el documento citaban el trabajo de un equipo de China, liderado por el doctor Quan-sheng Xing, de la Universidad de Qingdao. Luego de reclutar 68 pacientes infectados por el coronavirus, comprobaron que varios tenían patógenos respiratorios comunes. El 60%, el virus de la gripe A y el 53%, el virus de la gripe B. También detectaron que el 23% portaban Mycoplasma pneumoniae, culpable de la neumonía atípica, y otro 20% tenía Legionella pneumophila (20%).
Un equipo de médicos de Perú también había publicado hace poco más de un año un artículo en el que, como el grupo de China, reportaban casos de coinfección de covid-19 e influenza. En el texto, que apareció en la revista de la Facultad de Medicina Humana de la Universidad Ricardo Palma (Perú), presentaron 5 casos de infección simultánea. Los pacientes (dos hombres y tres mujeres) tenían 67, 20, 56 y 52 años. Cuatro de ellos tuvieron influenza tipo A.
A pesar de que los titulares de los medios de comunicación han querido prender las alarmas, los doctores peruanos aseguraban que el 80% de aquellas personas “fueron dadas de alta por mejoría clínica a pesar de tener factores asociados a mal pronóstico como comorbilidades y alteraciones de laboratorio”.
Sus conclusiones, anotaban, coincidían con lo que había publicado en el Journal of Medical Virology otro grupo de investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong (China) en marzo del 2020: “los pacientes con coinfección COVID-19 y el virus de la influenza no empeoran significativamente su condición”.
“No parecieron mostrar una afección más grave porque, según los hallazgos de laboratorio, los estudios de imágenes y el pronóstico del paciente, mostraron características clínicas similares a las de los pacientes con infección por COVID-19 únicamente”, señalaban el año antepasado los profesores de China.
En junio de ese mismo año un equipo más, encabezado por Resat Ozaras, del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Medilife Health Group de Estambul, Turquía, también publicó otro artículo en el Journal of Medical Virology. En él reportaban otros seis casos de pacientes que tuvieron covid-19 e influenza. “Nuestros casos fueron de gravedad leve a moderada”, escribieron y añadían que, aunque es una situación rada, la coinfección podía estar subestimada pues se requiere de pruebas de detección que no siempre suele hacer el personal de salud.
Para poner solo un ejemplo más, un grupo liderado por Venu Madhav Konala, del Ashland Bellefonte Cancer Center (Estados Unidos) reportó otros tres pacientes con coinfección por COVID-19 e influenza. Dos de ellos fueron tratados con éxito y dados de alta. Uno, sin embargo, falleció el primer día de su ingreso en el centro médico. También padecía insuficiencia renal aguda. Al final de su artículo, que apareció en Journal of Investigative Medicine High Impact Case Reports, concluían que la “coinfección no empeoró significativamente los síntomas y los resultados”.
¿Por qué, entonces, se está hablando de la tal “flurona”?
Es difícil saber con precisión el motivo por el cual el término “flurona” empezó a aparecer en todos los medios del mundo este domingo. Todos hacen referencia al caso de una paciente con covid-19 e influenza diagnosticada en Israel, aunque, como suele suceder en estos casos, la información se fue deformando poco a poco.
Es posible que uno de los primeros medios en publicar la noticia haya sido el portal ynetnews.com de Israel el 30 de diciembre de 2021.
En artículo hace referencia a una declaración del Centro Médico Rabin en Petah Tikva (Israel) donde diagnosticaron a una mujer tanto con covid-19 como con influenza (tipo A). Acababa de dar a luz y no se había vacunado contra ninguna de las dos enfermedades, pero no tuvo mayor complicación y fue dada de alta la semana pasada.
Arnon Vizhnitser, especialista en obstetricia y ginecología, había asegurado que cada vez más están observando embarazadas con gripe y se estaba tornando muy difícil saber si era influenza o covid-19. Por eso, a la paciente le habían hecho pruebas para saber con precisión de qué se trataba. Al parecer era la primera diagnosticada en Israel, pero no, ya lo sabemos, la primera en el mundo.
Detrás del diagnóstico había una realidad que han empezado a vivir varios países: en Israel ha habido un incremento de los casos de influenza. Más de 1.800 casos habían sido diagnosticados en las últimas dos semanas. (Las similitudes y diferencias de esta enfermedad con el covid-19 las resumió los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en este breve informe).
Lo que sí es todo un misterio es de dónde surgió la palabra “flurona”, que parece ser una mezcla tosca entre gripe (“flu”, en inglés) y coronavirus. No aparece ni en la base de datos de PubMed (una de las principales del mundo médico) ni en Google Scholar. Tampoco en la página web del Centro Médico Rabin en Petah Tikva ni en ninguno de los boletines emitidos por el Ministerio de Salud de Israel.
Todo parece indicar que fue un golpe de “creatividad” de un periodista que otros más no tardaron en replicar.