La socialité británica Ghislaine Maxwell fue declarada culpable el miércoles de atraer a adolescentes para que el millonario estadounidense Jeffrey Epstein abusara sexualmente de ellas.
El veredicto coronó un juicio de un mes caracterizado por testimonios sórdidos de la explotación sexual de niñas de apenas 14 años, presentados por cuatro mujeres que describieron abusos sexuales cuando eran adolescentes en la década de 1990 y los primeros años de la década de los 2000 en las residencias palaciegas de Epstein en Florida, Nueva York y Nuevo México.
Los jurados deliberaron cinco días completos antes de declarar culpable a Maxwell de cinco de seis cargos. Dado que las penas máximas de prisión para cada cargo van de cinco a 40 años, Maxwell se enfrenta a la posibilidad de pasar años tras las rejas, un desenlace largamente buscado por mujeres que pasaron años peleando en tribunales civiles para hacer que Maxwell rindiera cuentas por su papel en el reclutamiento y preparación de las víctimas adolescentes de Epstein, y por participar ocasionalmente en los abusos sexuales.
Conforme se leía el veredicto, la socialité se mantuvo impávida con el rostro cubierto por una mascarilla negra. Después, se le pudo ver sirviéndose agua mientras uno de sus abogados le daba palmadas en la espalda. Se mantuvo de pie con las manos cruzadas mientras el jurado salía, y miró a sus hermanos —que asistieron fielmente cada día del juicio— mientras era conducida fuera de la sala. No abrazó a sus abogados a la salida, un cambio notable respecto a días anteriores en los que Maxwell y su equipo se mostraban a menudo físicamente cariñosos entre sí.
No se fijó una fecha para la sentencia.
La defensa había insistido en que Maxwell era víctima de una fiscalía vengativa que tenía el objetivo de hacerle justicia a mujeres que quedaron privadas del villano principal cuando Epstein se suicidó en 2019 mientras aguardaba ser enjuiciado.