AFP.- El Kremlin defendió el viernes la imposición a partir de enero de exámenes médicos a los cientos de miles de extranjeros que viven en el país, una medida que preocupa al sector empresarial.
“Existen reglas parecidas en muchos países (…) Pero si surgieran problemas, vamos a reaccionar”, comentó a la prensa el portavoz de la presidencia rusa Dmitri Peskov.
Tras la entrada en vigor de la ley, los trabajadores extranjeros serán obligados a someterse a una serie de pruebas que incluyen exámenes de sangre y de orina, pruebas para la sífilis, el VIH, la tuberculosis, la lepra, el covid-19 y un análisis de drogas.
Los exámenes serán aplicados también a los miembros de la familia mayores de seis años e incluso a las personas que no trabajan, pero que estén más de 90 días en Rusia.
Esta regla también implica compartir las huellas dactilares y una foto biométrica.
La ley solo prevé excepciones para los diplomáticos y los ciudadanos de Bielorrusia.
Este anuncio generó una ola de indignación en la comunidad de empresarios extranjeros, especialmente la Cámara de Comercio de Estados Unidos y las asociaciones de inversores europeos.
Estas nuevas reglas también amenazan a cientos de miles de trabajadores llegados de las antiguas repúblicas soviéticas y que son esenciales para la economía rusa.