AFP.- Miles manifestantes salieron a la calle este domingo en San Salvador para protestar contra lo que consideran una deriva autoritaria y contra la corrupción en el país, días después de que Estados Unidos sancionara a una colaboradora del presidente Nayib Bukele.
La manifestación, en la que participaron diferentes organizaciones, salió del parque Cuscatlán, en el sector oeste de San Salvador, y cerró en la céntrica plaza Gerardo Barrios.
«Como país estamos hartos de los abusos de los funcionarios públicos con los recursos del pueblo», declaró a la AFP el abogado Eduardo Alvarenga, de 37 años, quien sostenía una pancarta en la que se podía leer «No más corrupción».
Estados Unidos impuso el jueves sanciones económicas por supuesta «corrupción» contra Carolina Recinos, jefa de gabinete de Nayib Bukele.
El presidente tildó de «absurdas» las acusaciones contra Recinos, en un momento en que las relaciones bilaterales están en sus horas más bajas.
Para Alvarenga, no es tolerable que ante la pandemia de coronavirus los funcionarios «tengan el cinismo de enriquecerse producto de los recursos que deben orientarse para las necesidades de la población».
En la manifestación también participaron jueces y exjueces que claman por el respeto a la separación de poderes luego que el Congreso, dominado por el oficialismo, destituyera en mayo a magistrados de la Corte Suprema, y luego apartara a los jueces mayores de 60 años.
«Andamos marchando este día como jueces en defensa de la Constitución y el Estado de derecho», declaró el exjuez Jorge Guzmán, quien en solidaridad con sus colegas depurados renunció al cargo.
Para Guzmán, que ventilaba el juicio contra militares que hace 40 años cometieron la masacre de El Mozote contra casi 1.000 civiles, «el régimen actual ha violentado la débil democracia que se venía construyendo en el país»
Otro de los manifestantes, el ambientalista Ricardo Navarro, dijo que salió a la calle para cuestionar un fallo de la Corte Justicia que «dice que el presidente (Bukele) se puede reelegir cuando la Constitución dice que no».
Pese a que los organizadores de la marcha denunciaron que la policía y el ejército habían establecido controles en carreteras para impedir la llegada de manifestantes a la capital, la jornada transcurrió sin incidentes.