AFP.- Dos meses y medio después de las elecciones en Alemania, el socialdemócrata Olaf Scholz se convertirá este miércoles en canciller, lo que significa el regreso del centro-izquierda al poder y el fin de 16 años de gobierno de Angela Merkel.
Los 736 diputados del Bundestag elegidos en los comicios del 26 de septiembre votarán de forma secreta a partir de las 9H00 (08H00 GMT).
Su elección como noveno canciller de Alemania después de la guerra no genera dudas: su partido socialdemócrata SPD ganó las legislativas con 206 escaños contra 197 de la formación conservadora Unión Demócrata Cristiana hasta ahora en el poder.
Además, Scholz contará con el apoyo de sus dos nuevos compañeros de coalición: los Verdes (118 escaños) y los liberales del FDP (92). En total, dispone de 416 escaños y necesita 369 para ser elegido.
El resultado de la votación, esperado durante la mañana, marcará la retirada de Angela Merkel después de cuatro mandatos. Solo por nueve días, la emblemática dirigente no batirá el récord de longevidad en el poder de Helmut Kohl.
– Gobierno paritario –
La dirigente, que encadena homenajes en las últimas semanas, dejará definitivamente la cancillería tras una ceremonia de traspaso de poderes con Scholz, adversario y a la vez aliado, ministro de Finanzas y vicecanciller en los últimos cuatro años.
Merkel, todavía con altas cotas de popularidad, pone fin a 31 años de carrera política, la mitad de ellos al frente de la primera economía europea y cuarta mundial.
Feminista convencido, Scholz tomará las riendas de un gobierno compuesto por primera vez en Alemania por igual número de hombres y mujeres.
Tres de ellas dirigirán ministerios claves: la ecologista Annalena Baerbock en Exteriores y las socialdemócratas Christine Lambrecht y Nancy Faeser en Defensa e Interior respectivamente.
También por primera vez desde los años 1950 habrá tres partidos en el gabinete alemán.
Pese a programas electorales a veces en las antípodas, el SPD, los Verdes y el FDP consiguieron acordar rápidamente un programa que se centra en la protección del clima, el rigor presupuestario y Europa.
Christian Lindner, dirigente de los liberales y partidario de la austeridad presupuestaria, asumirá la importante cartera de Finanzas.
– Crisis sanitaria –
La recién estrenada coalición deberá hacer frente a la peor crisis sanitaria desde la aparición del covid-19, con los hospitales bajo fuerte presión.
La ola de contagios llevó al gobierno a imponer duras restricciones para los no vacunados, que no pueden entrar en restaurantes, lugares culturales y, en algunas regiones como Berlín, en tiendas.
La estrategia del nuevo ejecutivo pasa por la obligatoriedad de la vacuna, deseada por Scholz y que podría aplicarse desde febrero o marzo.
El dirigente socialdemócrata, antiguo alcalde de Hamburgo, confiará la cartera de Sanidad a Karl Lauterbach, médico de formación y partidario de medidas restrictivas.
El nuevo gobierno también es esperado en la escena internacional en medio de la agitación geopolítica con Rusia y China.
Scholz no ha comentado por ahora el “boicot diplomático” anunciado por Estados Unidos contra los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín, pero la nueva jefa de la diplomacia no descarta seguir los pasos de Washington.
Annalena Baerbock prometió adoptar un tono más firme que el gobierno precedente ante Rusia, cuya acumulación de tropas en la frontera con Ucrania incrementan el miedo a una posible agresión.
Como marca la tradición, Scholz reservará su primera visita en el exterior al presidente francés Emmanuel Macron, que debe recibirlo el viernes.
Y Baerbock participará el fin de semana en Liverpool en una reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G7.