AFP.- La ONU necesitará al menos 41.000 millones de dólares el año próximo para atender a millones de personas en dificultades, en un mundo azotado por el covid-19, los conflictos y el cambio climático.
Según explicó este jueves la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), alrededor de 274 millones de personas de todo el mundo podrían necesitar algún tipo de ayuda de emergencia en 2022, un 17% más que este año, en el que ya se batió un récord.
Esto es una persona de cada 29 en el mundo.
Nunca el número de gente necesitada de ayuda “había sido tan alto”, subrayó Martin Griffiths, subsecretario general de la ONU para asuntos humanitarios, durante una rueda de prensa en Ginebra.
Mientras que en 2022 se necesitarán 41.000 millones de dólares para ayudar a personas muy vulnerables en 63 países, este año se necesitaban 35.000 millones y hace cuatro años la mitad.
El informe anual publicado este jueves dibuja un panorama de miseria humana en el que Afganistán, Etiopía y Birmania destacan junto con el cambio climático, que también ocupa buena parte del documento.
Y, por supuesto, también aparece la pandemia de covid-19, que pronto entrará en su tercer año tras haber dejado más de cinco millones de muertos oficialmente -aunque, según la OMS, esa cifra podría ser dos o tres veces superior-.
- Hambruna -El covid-19 ha empujado a 20 millones de personas a la pobreza extrema en el último año, según el informe.
También ha sumido a multitud de sistemas sanitarios en el caos, lo que tuvo consecuencias en la lucha contra otras enfermedades mortales como el VIH, la tuberculosis y la malaria. Este año, 23 millones de niños no pudieron recibir tratamientos de inmunización básica.
Al mismo tiempo, el cambio climático y las catástrofes naturales que acarrea podrían forzar a 216 millones de personas a desplazarse dentro de su propio país de aquí a 2050.
Además, el cambio climático es lo que hace que la hambruna sea “una posibilidad tan real como aterradora para 45 millones de personas en 43 países”, advierte el informe.
“Sin una acción duradera e inmediata, 2022 podría ser catastrófico” en un mundo en el que 811 millones de personas están mal alimentadas.
En Afganistán se combinan décadas de conflicto con una fuerte sequía y una economía en caída libre desde que los talibanes asumieron el poder, el pasado agosto.
Dos tercios de la población necesitan ayuda y nueve millones de personas están al borde de la hambruna. La ONU requerirá de 4.500 millones de dólares para atender a 22 millones de afganos el próximo año.
Etiopía, “el más preocupante”
También requerirá de miles de millones de dólares para ayudar a las poblaciones de Yemen y Siria, donde la guerra dura desde hace años.
Pero las necesidades de Etiopía son especialmente inquietantes, desde la ofensiva lanzada por el gobierno federal contra la región de Tigré. Una guerra brutal que se alarga desde hace un año y que ha obligado a millones de personas a refugiarse en otras áreas del país.
Allí, 26 millones de personas dependen de la ayuda humanitaria y 400.000 están a punto de padecer hambruna.
Para Martin Griffiths, Etiopía quizá presente la “situación más preocupante”, aunque matiza que, en otras partes del mundo, también se están produciendo situaciones extremadamente graves.
En cualquier caso, la ayuda permite limitar los daños, subrayó el responsable.
El año pasado, las organizaciones humanitarias ayudaron a 107 millones de personas, un 70% del total que lo necesitaba, incluyendo a medio millón de personas rescatadas de la hambruna en Sudán del Sur.