El escritor Leonardo Padura lleva más de un mes fuera de Cuba. Su recorrido termina precisamente en Guadalajara, adonde vino a presentar su más reciente novela, “Como polvo en el viento” (Tusquets, 2021), pero también a hablar acerca de la libertad, no como un concepto, sino como una necesidad.
“Hace unos días decía que toda mi obra es un canto a la libertad. Espero que se escuche, pero si no se escucha, hay que cantarlo. Como ciudadano y como escritor tengo que entonar ese canto, porque es mi responsabilidad social y civil. Hablar de libertad nunca está de más, en cualquier sociedad, no solo en la cubana”, confiesa el narrador cubano en entrevista con el diario MILENIO.
Padura reconoce que mucha gente suele esperar su opinión sobre la isla, como se refleja en las declaraciones a los medios de distintos países, siendo fundamental “manifestarse a favor de la libertad plena del hombre; lo hago en mi literatura y en mi vida práctica”, apuntó.
En ese sentido indica que aunque el sistema político cubano sigue siendo el mismo, la sociedad ha cambiado muchísimo y eso cuesta trabajo verlo fuera de Cuba. “Todos hemos evolucionado y las generaciones más jóvenes vienen con una perspectiva de la vida completamente diferente”, agrega el escritor.
En “Como polvo en el viento”, Padura se propuso darle un repaso a la amistad, y, desde una perspectiva muy especial, de la experiencia de su generación, una generación de profesionales que participaron en la construcción del proceso revolucionario, como estudiantes o como trabajadores, y que, en sus primeros años, se les terminó por unir “el cielo con la tierra”, y muchos de ellos decidieron emigrar.
“Durante muchos años, he tenido la oportunidad de viajar con frecuencia a muchas partes del mundo y he visto a mis amigos, y el tema de Cuba siempre vuelve a salir, con un elemento muy curioso: incluso cuando se comienza hablando de recuerdos dolorosos, en algún momento las conversaciones van hacia los recuerdos más amables, porque la memoria necesita refrescarse de esa carga terrible. Si solo cargáramos con nuestros recuerdos seríamos tremendamente infelices; por eso la memoria nos ayuda a liberarnos de esas cargas y a tener una perspectiva un poco más amable de nuestra vida, incluso de nuestro pasado”, asegura el autor de “El hombre que amaba a los perros”.
Al reflexionar sobre la amistad, Leonardo Padura advierte que muchas de esas relaciones sufren procesos que, a veces, son muy complicados. A todos nos ha pasado que a amigos cercanos en alguna época dejamos de verlos con la misma frecuencia, pero conservamos la complicidad.
Los personajes de Como polvo en el viento viven la amistad desde otra perspectiva, explicó, al tiempo de indicar que cree que uno de los grandes beneficios que nos da la vida y la inteligencia es poder escoger amigos y tener la sensación de que uno pertenece a un clan, a una manada.