La Habana, Cuba | AFP | Cuba anunció el lunes que impondrá una cuarentena de una semana y otras medidas sanitarias a viajeros provenientes de ocho países africanos, tras la aparición de la variante ómicron detectada por primera vez en Sudáfrica, informó el ministerio de Salud.
A partir del 4 de diciembre, los viajeros de Sudáfrica, Lesoto, Botswana, Zimbabwe, Mozambique, Namibia, Malawi y Eswatini (o Suazilandia) deberán además presentar al llegar a la isla, el esquema de vacunación completo y resultado negativo de PCR realizado 72 horas antes.
“Se les aplicará cuarentena obligatoria por siete días en un hotel destinado al efecto, asumiendo el viajero los costos de alojamiento y transportación”, dijo el ministerio en una nota informativa en su página web.
Los turistas procedentes de estos países tendrán que someterse además a una prueba de PCR al llegar a Cuba y otra al sexto día de cuarentena, y de ser negativa podrán salir al séptimo día.
A excepción de la cuarentena y el PCR del sexto día, las autoridades también aplicarán el resto de estas medidas a los viajeros procedentes de Bélgica, Israel, Hong Kong, Egipto, Turquía y del resto de los países de África Subsahariana.
Cuba, de 11,2 millones de habitantes, logró controlar la pandemia con 9.194.017 personas con el esquema completo de vacunación, que en Cuba es de tres dosis, con inmunizantes de desarrollo y producción nacional.
Luego de registrar en julio, agosto y septiembre el peor momento en la incidencia del coronavirus, la isla consiguió disminuir de manera sostenida los casos a partir de octubre, incluso sin registrar fallecimientos en los últimos días.
Desde que se presentaron los primeros casos en marzo de 2020, Cuba suma 962.350 contagios y 8.300 muertes por coronavirus.
Apenas el 15 de noviembre pasado los estudiantes terminaron de volver a las aulas y se reabrieron las fronteras al turismo internacional, restringidas desde principios del año.
A principios de este mes también se eliminó la cuarentena impuesta para todas las personas que ingresaban al país, además del toque de queda durante las noches y el cierre de restaurantes y lugares públicos.
La nueva variante supone un “riesgo muy alto” a nivel mundial, había advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS).