Washington, Estados Unidos | AFP |Tres hombres en Estados Unidos fueron declarados el miércoles culpables de asesinar al corredor negro Ahmaud Arbery, tras perseguirlo en febrero de 2020 en el sureño estado de Georgia, un drama que alimentó las masivas protestas antirracistas el año pasado.
Travis McMichael, quien disparó contra el joven de 25 años, su padre Gregory y su vecino William “Roddie” Bryan, quien participó en la persecución, fueron declarados culpables de asesinato.
Los doce miembros del jurado en Brunswick, Georgia, deliberaron durante más de 11 horas para llegar a este veredicto unánime.
Ahora, Travis McMichael, de 35 años, el oficial de policía retirado Gregory McMichael, de 65, y Bryan, de 52, enfrentan una posible cadena perpetua.
Una multitud frente al juzgado estalló en vítores cuando se pronunció el veredicto al final del juicio de alto perfil, que duró un mes.
“Digan su nombre: Ahmaud Arbery. Digan su nombre: Ahmaud Arbery”, coreaban.
El presidente Joe Biden elogió las condenas, al tiempo que enfatizó que queda “mucho trabajo” por hacer para garantizar justicia racial.
“Si bien los veredictos de culpabilidad reflejan que nuestro sistema de justicia está haciendo su trabajo, eso por sí solo no es suficiente. En cambio, debemos volver a comprometernos a construir un futuro de unidad y fuerza compartida, donde nadie tema a la violencia por el color de su piel”, dijo en un comunicado.
El reverendo Al Sharpton, que asistió al juicio junto con el reverendo Jesse Jackson, otro destacado activista por los derechos civiles, también saludó las condenas.
“Que corra la voz por todo el mundo, que un jurado de 11 blancos y un negro, en el sur profundo, se paró en la sala del tribunal y dijo: Las vidas de los negros sí importan”, dijo Sharpton.
Solo un hombre negro integraba el jurado de 12 miembros que examinó el caso, aunque un 25% de los 85.000 residentes del condado de Glynn, donde se llevó a cabo el juicio, son negros.
– “Nunca pensé que llegaría este día” –
“El espíritu de Ahmaud derrotó a una turba de linchadores”, dijo Ben Crump, el abogado del padre de Arbery, Marcus, quien exclamó “¡Wooo!” cuando se leyó el veredicto y el juez que presidía el tribunal le pidió que abandonara la sala.
“Nunca pensé que llegaría este día”, dijo la madre de Arbery, Wanda Cooper-Jones. “Pero Dios es bueno. Gracias por los que marcharon, por los que rezaron”.
Un video del tiroteo, en el que Arbery estaba desarmado, se difundió meses después de ocurrido, convirtiendo al joven en un ícono del movimiento antirracista Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan).
El caso alentó las protestas de 2020 en Estados Unidos contra la injusticia racial provocadas por el asesinato en mayo de George Floyd, un hombre negro de 46 años, por un policía blanco en Minnesota.
Arrestados tras la difusión de las imágenes, los acusados se declararon inocentes.
Afirmaron haber confundido al corredor con un ladrón e invocaron una ley estatal de Georgia que autoriza a cualquier ciudadano a realizar arrestos. También argumentaron legítima defensa, acusando a Arbery de reaccionar de forma agresiva.
Pero los fiscales dijeron que no tenían justificación para detener a Arbery y que nunca le dijeron que estaban tratando de arrestarlo mientras corría por el barrio Satilla Shores en la localidad costera de Bunswick un domingo por la tarde.
La fiscal Linda Dunikoski dijo que los McMichael y Bryan no vieron a Arbery cometer ningún crimen ese día, pero “decidieron confrontarlo”.
El joven “estaba tratando de escapar de estos extraños que le gritaban, amenazando con matarlo”, dijo Dunikoski. “Y luego lo mataron”.
Travis, Gregory McMichaels y William Bryan también enfrentan cargos federales por delitos de odio en un caso que será llevado a juicio el próximo año.