Redacción AFP.- El ultraderechista José Antonio Kast y el izquierdista Gabriel Boric, con programas y conceptos antagónicos sobre el futuro de Chile, pasaron este domingo a una segunda vuelta que se definirá el próximo 19 de diciembre.
Kast lideró la elección con un 28,02% de los votos, seguido por Boric, con un 25,6% tras escrutarse más del 90% de las mesas, informó el Servicio Electoral. Al no alcanzar ninguno más del 50% de los votos y, como ocurre desde 1999, la presidencia se definirá en un balotaje.
En su discurso de triunfo, Kast prometió “recuperar la paz, el orden, el progreso y la libertad” del país, perdido, según su sector, desde que estallaron las protestas sociales en octubre de 2019, en reclamo de mayor igualdad social.
“Hemos interpretado a una mayoría de chilenos que quieren un país tranquilo y seguro”, agregó Kast entre los vítores de su partidarios, reunidos en el acomodado barrio de Las Condes.
Frente a Boric, representante de la coalición Apruebo Dignidad -que reúne al Frente Amplio y al partido Comunista- afirmó: “Quieren seguir avanzando por la senda del odio, de la intolerancia y la destrucción, porque han avalado la violencia y el odio y eso tiene que terminar”.
Por su parte, el joven candidato de la izquierda, de 35 años -la edad mínima para postular a la Presidencia- afirmó que no entrará en confrontaciones.
“No salimos a la calle para que todo siga igual”, señaló desde su comando, donde tocaba un grupo de cumbia, para celebrar su paso a la segunda vuelta.
“Somos el mejor camino para construir un país más justo”, agregó el diputado.
El presidente Sebastián Piñera les pidió a ambos candidatos que “busquen los caminos de la moderación y no de la polarización”.
– Inesperado tercer lugar –
El populista Franco Parisi (derecha liberal), un economista que vive en Alabama, sur de Estados Unidos y no ha pisado el país en toda la campaña electoral fue la sorpresa de la jornada, al llegar en tercer lugar, con un 13% de las preferencias.
De 54 años, hizo toda su campaña por Internet desde Estados Unidos, sin viajar al país donde enfrenta problemas con la justicia. Su último viaje abortado dijo que era porque contrajo coronavirus.
Parisi cautivó a los votantes con un discurso antipolítico y antiélite y aunque varios analistas creen que esos votos pueden decidir el balotaje, no saben si irán a la izquierda o la derecha.
“Es un gran sacador de votos, pero no está claro que esa votación pueda ir a dar a Kast para la segunda vuelta. Es un voto muy antisistema”, dijo a la AFP el analista de la Universidad de Santiago, Marcelo Mella.
La senadora demócrata-cristiana, Yasna Provoste, obtuvo el 12% y el oficialista Sebastián Sichel, un 11%.
“Nos vamos con la frente alto”, dijo Sichel, al reconocer tempranamente su derrota. En segunda vuelta, afirmó que no votaría por Gabriel Boric pero tampoco llamó abiertamente a votar por Kast.
“Nosotros jamás podríamos tener una posición neutral respecto de lo que esto significa para el país”, dijo Provoste comparando al pinochetismo con la propuesta de Kast.
Al reconocer su derrota aclaró que no se va a mantener neutral pero no le entregó un apoyo explícito a Boric.
Competían también en estas elecciones el profesor de extrema izquierda Eduardo Artes y el cineasta y político progresista Marco Enríquez-Ominami, quien pidió convocar a una “gran coalición para enfrentar a la extrema derecha”.
– Polos opuestos –
“Hay que venir a votar para pasar esta página de división y lío en las calles”, dijo a la AFP Cristina Arellano, una contadora de 42 años en un colegio de Ñuñoa, comuna de clase media de la capital.
Pero analistas estiman que la segunda vuelta electoral será más polarizada.
“Representamos el proceso de cambio y transformación que viene, (pero) con certezas, con la gradualidad que sea necesaria”, dijo Boric al votar en Punta Arenas, su ciudad natal, en el extremo sur.
Boric promete instaurar un Estado de bienestar y terminar con el actual modelo neoliberal.
Por su parte Kast, que después de 20 años de militancia en el ultraconservador partido Unión Demócrata Independiente (UDI) es uno de los fundadores del Partido Republicano, intenta mantener el modelo neoliberal heredado de la dictadura y promete imponer “orden, seguridad y libertad”.
Esta elección representa también el fin del viejo ciclo político del país, pues los dos candidatos que pasaron a segunda vuelta son ajenos a las coaliciones de partidos tradicionales que han gobernado Chile en las últimas décadas.
En el Congreso, las coaliciones dominantes, tanto de izquierda como derecha, perdieron también mucho terreno.
“En la composición del Congreso, el centro por el lado de la derecha y la izquierda se derrumbó electoralmente”, dijo Mella.