Fiel a la tradición, el presidente de EE.UU., Joe Biden, perdonó este viernes a dos enormes pavos que ya no se convertirán en el plato principal durante el Día de Acción de Gracias, y aprovechó también para aludir a su plan de infraestructuras y a la pandemia.
Biden encabezó la amena y distendida ceremonia de presentación nacional del pavo de Acción de Gracias, en la que se acostumbra a perdonar la vida de un ave seleccionada previamente.
“Mantequilla de maní”, un pavo blanco de unas 40 libras (unos 18,1 kilos), fue el escogido para el perdón y aguardó, sin inmutarse por la presencia de las cámaras y de los asistentes, por las palabras del gobernante, a las que respondió con ruidoso glugluteo, celebrado con risas y aplausos.
Otro pavo, de nombre “Mermelada”, que era el suplente, también se salvó. Los nombre de los pavos fueron elegidos, dijo Biden, por estudiantes de Indiana y hacen alusión a una popular combinación de mantequilla de maní y mermelada para sándwiches en Estados Unidos.
El acto tuvo lugar en la Rosaleda de la Casa Blanca, que acogió alrededor de un centenar de invitados, entre adultos y niños, y fue decorada para la ocasión con calabazas, flores y hojas.
“El pavo es infraestructura. ‘Mantequilla de maní’ y ‘Mermelada’ ayudarán a reconstruir la bola de mantequilla”, dijo Biden, al aludir en tono jocoso al histórico plan de infraestructuras de 1,2 billones de dólares que firmó el pasado lunes.
“En lugar de ser bañados, estos dos pavos están siendo estimulados”, agregó Biden.
De igual forma recordó, al referirse a la pandemia, que muchos estadounidenses se reunirán con sus seres queridos por “primera vez en mucho tiempo” y podrán volver a conectarse con “las tradiciones».
Los pavos viajaron desde Jasper (Indiana) hasta Washington tras ser seleccionados por la Federación Nacional del Pavo y quedarán bajo el cuidado de un centro de investigación de la Universidad de Purdue, en ese estado.
Cada año, una votación en la web de la Casa Blanca decide qué pavo recibirá el indulto presidencial oficial.
Harry Truman (1945-1953) se convirtió en el primer presidente en recibir un pavo de la federación, pero no fue hasta 1989 cuando el entonces presidente George H. W. Bush (1989–1993) inauguró la tradición de indultar a una de estas aves antes de Acción de Gracias, gesto al que se han sumado sus sucesores.