Washington, Estados Unidos | AFP | El jefe de la NASA, Bill Nelson, dijo el lunes que estaba “indignado” por la prueba de misiles espaciales rusos que provocó una nube de escombros y obligó a los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) a tomar acciones evasivas.
“Con su larga historia en vuelos espaciales tripulados, es impensable que Rusia ponga en peligro no solo a los astronautas estadounidenses e internacionales en la EEI, sino también a sus propios cosmonautas”, así como a los astronautas chinos a bordo de la estación espacial de su país, dijo Nelson en un comunicado.
Estados Unidos también criticó este lunes a Rusia por haber llevado a cabo una prueba de misil que hizo estallar uno de sus propios satélites, provocando escombros que consideró amenazantes para los astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI).
“Hoy temprano, Rusia llevó a cabo de manera irresponsable una destructiva prueba de misiles antisatélite de ascenso directo contra uno de sus propios satélites”, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken.
Añadió que esta acción ha “generado más de 1.500 desechos orbitales rastreables y cientos de miles de pedazos más pequeños de restos orbitales que ahora amenazan los intereses de todas las naciones”.
Durante el segundo y tercer pasaje, entre las 2H00 y las 4H00 EST, las siete personas a bordo de la EEI se refugiaron en sus naves, amarrados a la estación, preparados para una posible evacuación de emergencia.
Son cuatro astronautas estadounidenses, un alemán y dos rusos. Esta medida se tomó específicamente sobre la base de una evaluación de riesgos de la NASA.
Blinken prometió que Estados Unidos “trabajará con (sus) aliados y socios para tratar de responder a este acto irresponsable”.
La prueba del arma antisatélite (ASAT) por parte de Rusia supone una rara demostración de fuerza de Moscú criticada por la comunidad espacial debido al riesgo que genera para las tripulaciones en la órbita terrestre baja.
Estados Unidos y Rusia han mantenido fuertes lazos espaciales desde el final de la Guerra Fría, pese las crecientes tensiones políticas de los últimos años.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, declaró que “la preocupación inmediata son los escombros, que ahora flotan y podrían convertirse en un peligro, incluso para la Estación Espacial Internacional”.