Río de Janeiro, Brasil | AFP | El Museo Nacional de Rio de Janeiro, que poseía uno de los acervos de historia natural más valiosos de América Latina, inició este viernes las obras de reconstrucción de su centenario edificio tras el incendio que lo destruyó en septiembre de 2018.
La reconstrucción del palacio imperial del siglo XIX, ubicado en el norte de Rio, comenzará por la fachada y el tejado, que se desmoronó durante la tragedia, dijo en conferencia de prensa el director del Museo, Alexander Kellner, junto con autoridades de la ciudad.
“Hoy podemos dar el puntapié inicial para pasar página a una de las mayores tragedias en el campo científico y cultural de nuestro país”, expresó Kellner en declaraciones reproducidas por la prensa local.
El incendio fue atribuido a un cortocircuito del sistema de aire acondicionado, que llevó a acusar de negligencia a las autoridades por la falta de trabajos de mantenimiento necesarios en el edificio.
La conclusión de las obras se prevé para 2026, pero la inauguración de los exteriores del Museo, hoy rodeado de estructuras metálicas y un techo provisorio, será el 7 de septiembre de 2022, con ocasión del bicentenario de la Declaración de Independencia de Brasil.
El museo perdió un 85% de sus 20 millones de piezas y por ello pondrá especial atención en la restauración de las que lograron rescatarse de los escombros.
“Duele decirlo pero es la verdad, eso es lo que perdimos. En ese contexto estimamos que vamos a recuperar entre 20.000 y 50.000 piezas”, dijo el responsable.
“El mayor desafío para la reconstrucción del Museo Nacional es el acervo. No se logra recuperar un acervo de 200 años de un día para otro. Necesitamos ayuda internacional”, agregó.
Tras el incendio, grupos de palenteólogos y arqueólogos rescataron vestigios y materiales de los escombros, entre ellos la joya del museo: Luzia, un fósil humano de 12.000 años.
Otras reliquias recuperadas son el meteorito Bendegó, un macizo de hierro y níquel de cinco toneladas que por sus características sobrevivió al incendio; y algunos fragmentos del Maxakalisaurus topai, un dinosaurio herbívoro de 13 metros de largo de hace 80 millones de años y descubiertos en el estado de Minas Gerais.
El museo atravesó diversas dificultades para obtener el financiamiento necesario para su reconstrucción y la preservación de las piezas rescatadas del fuego.