AFP.- Cinco personas murieron en un tiroteo el viernes durante una fiesta de Halloween en una discoteca de Panamá, crimen que la policía asoció a una guerra de pandillas, mientras otros tres cadáveres con signos de ejecución aparecieron en un vertedero.
En la madrugada del viernes, cinco personas fueron asesinadas a tiros y al menos siete resultaron heridas durante un concierto de Halloween en una discoteca ubicada en el barrio popular de Santa Ana, en Ciudad de Panamá, cerca del turístico casco antiguo de la capital.
“El hecho se da por una guerra entre pandillas”, señaló el comisionado de la Policía Nacional, Ricaurte De La Espada. La fiesta se promocionaba con imágenes de la popular serie de Netflix El Juego del Calamar.
En unos videos difundidos por redes sociales y grabados en el lugar aparentemente con celulares, se ven escenas de pánico tras el sonido de lo que parecen ser disparos, durante la actuación de un cantante.
El fiscal Rafael Baloyes indicó que una persona murió en el local, mientras que las otras cuatro fallecieron en el hospital.
Según la información preliminar, el incidente se produjo cuando “una persona dispara en contra de un grupo y este grupo responde también” con disparos, provocando la muerte instantánea del atacante, declaró Baloyes.
“Tenemos dos personas detenidas, un vehículo y un arma de fuego que posiblemente guardan relación al hecho”, manifestó el comisionado De La Espada.
En otro incidente, tres personas fueron halladas, presuntamente ejecutadas, en la comunidad Kuna Nega, a las faldas del Cerro Patacón, el principal basurero de Ciudad de Panamá. “Los indicios que hay es que están ejecutados”, dijo Baloyes.
En las últimas semanas en Panamá se han producido varios asesinatos en restaurantes y locales comerciales, lo que ha generado alarma.
Las autoridades panameñas vinculan este tipo de asesinatos con el ajuste de cuentas entre pandillas rivales por el control de las rutas de la droga.
Los expertos consideran que a mayor número de decomisos se produce un mayor número de asesinatos como represalia por la mercancía incautada.
En lo que va de 2021, Panamá ha decomisado ya la cifra récord de 100 toneladas de droga, principalmente cocaína, que los narcotraficantes tratan de llevar desde Sudamérica, principalmente Colombia, hacia Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de esta droga.