Nueva York, Estados Unidos | AFP | En muchos barrios de la ciudad de Nueva York se apilaba este jueves la basura en lo que las autoridades consideran una protesta por la obligatoriedad de la vacuna anticovid-19 que entra en vigor el 1 de noviembre para todos los funcionarios de la ciudad.
“Es inaceptable”, dijo el alcalde neoyorquino, el demócrata Bill de Blasio, anunciando que esta huelga de brazos caídos “tendrá consecuencias”.
“Puede que la gente no esté de acuerdo con la decisión, pero esta decisión es por la salud y la seguridad de los neoyorquinos”, aseguró.
El 20 de octubre, la alcaldía anunció que tras los profesores y el personal sanitario, el resto de trabajadores municipales, entre ellos policías, bomberos y recolectores de basura, tendrán que presentar un certificado de vacunación para poder acceder a sus trabajos desde el 1 de noviembre.
“No es justo para sus colegas, no es justo para los vecinos. No es justo para los neoyorquinos. Te están pagando, tienes que hacer tu trabajo”, espetó a los huelguistas encubiertos, ante la prensa.
Hasta el miércoles, el 75% del personal de la policía neoyorquina había recibido al menos una dosis de vacuna y el 64% de los bomberos; mientras que en los servicios sanitarios se eleva al 67%, según datos ofrecidos por el propio alcalde.
De Blasio se mostró optimista y espera que “muchos se vacunarán hacia el final del plazo”.
Para incentivar las vacunaciones en una de las ciudades más golpeadas del país por el covid, la alcaldía prometió 500 dólares en la próxima nómina a quienes reciban una dosis como muy tarde el 29 de octubre.
Unas 9.500 personas trabajan en la recolección y reciclaje de unas 12.000 toneladas de desechos que producen 8,8 millones de neoyorquinos cada día, según el Departamento de Saneamiento de la ciudad.
Los primeros barrios afectados por esta huelga encubierta fueron Brooklyn y Staten Island.