Una madre de Arizona, en Estados Unidos, ha dado a luz a un bebé gigante de 6,4 kilos (14,1 libras) que nació dos semanas antes de lo previsto, a las 38 semanas de gestación. A esta curiosidad, se suma el hecho de que Finnley, como se llama el recién nacido, llegó al mundo tras haber sufrido la pareja 19 pérdidas gestacionales.
Cary y Tim Patonai, que ya son padres de otros dos niños, llevaban tiempo buscando otro bebé. La madre tuvo dos abortos espontáneos en el último año, sumados a los 17 abortos espontáneos que sufrió entre su primer hijo, que ahora tiene diez años y el segundo, que tiene dos años.
Es lo que se conoce como infertilidad secundaria, cuando la pareja ya tiene un hijo pero tiene dificultades para tener otro.
De llegar el embarazo a término, Finnley podría haber pesado 7,5 kilos al nacer
Finnley, que ahora tiene 10 días, pesó 6,4 kilos al nacer, el doble de lo que pesa un recién nacido promedio. También es alto, mide 61 centímetros, cuando un recién nacido promedio mide 10 centímetros menos.
Además nació dos semanas antes de lo previsto. Los médico estiman que si Finnley hubiera llegado en su fecha prevista de parto, habría pesado aproximadamente 7,5 kilos.
Ya en el embarazo pudieron ver que el bebé que esperaban tenía un gran tamaño, pero estimaban que su peso sería algo inferior.
No hace falta decir que los médicos que atendieron el parto quedaron impresionados. El obstetra, que lleva 27 años en su profesión, dijo que es el bebé más grande que ha visto nacer.
Al verlo, se dieron cuenta que la ropa que habían comprado para él ya no le quedaría y que deberían saltarse la talla 1 de pañales.
Los padre contaron a los medios locales que sus otros dos hijos también habían nacido con mucho peso; uno con más de cinco kilos y el otro con casi cuatro kilos.
Bebés macrosómicos
A estos bebés gigantes, que nacen con un peso muy superior a lo esperado, se los conoce como bebés macrosómicos.
Según el informe ‘Recién nacido de peso elevado’ de la Unidad Neonatal del Servicio de Pediatría del Hospital de Basurto (Bilbao), se suele hablar de macrosomía cuando se calcula que el peso del bebé al nacer será mayor del percentil 90 o superior a cuatro kilos de peso. Se considera que es a partir de 4,5 kilos de peso cuando las complicaciones aumentan de forma significativa.
Se calcula que un cinco por ciento de los bebés nacen por encima de este percentil 90, pero no todos se consideran macrosómicos, ni todos necesitarán medidas especiales. Entre los factores de riesgo encontramos, factores genéticos, que los padres también sean grandes, y condiciones maternas como la diabetes gestacional o madres mayores de 30 años.
Pero aunque su tamaño es muy llamativo, Finnley no es el bebé más grande que se ha visto nacer. El récord mundial Guinness del bebé más grande que sobrevivió a la infancia pertenece a un niño que nació con 10,34 kilos en Aversa, Italia, en 1955. En 2009, una mujer de Indonesia dió a luz a un bebé que pesó 8,7 kilos al nacer.
Vía | Today Parents
