AFP.- La Iglesia Católica advirtió esta semana contra el matrimonio gay que las autoridades cubanas buscan refrendar legalmente en el nuevo Código de Familias, y recordó que ese “sacramento” es entre hombre y mujer.
“En medio de la realidad del mundo que vivimos, la vida moderna en la cual estamos, muchas veces atenta contra el matrimonio el querer igualar la unión del hombre y la mujer, otras formas de convivencia y de relaciones humanas”, dijo el domingo en sacerdote Osmany Masó en misa.
Párroco en un templo de la provincia de Santiago de Cuba, 900 km al este de La Habana, Masó pronunció su homilía en el Santuario nacional de la Caridad del Cobre, patrona católica nacional, y su texto es reproducido este miércoles por el sitio de la Conferencia de Obispos de Cuba.
“La Iglesia, con alegría, con gran respeto, hace una opción preferencial siempre por el amor, por el matrimonio del hombre y de la mujer”, dijo el sacerdote.
El pronunciamiento eclesial se produce en momento que expertos nacionales discuten la versión 22 del nuevo Código de las Familias, que incluye indirectamente el matrimonio igualitario, acepta las familias del mismo género y la adopción de niños por parte de estas.
Según el texto, difundido en medios y redes sociales, “el matrimonio es la unión voluntariamente concertada de dos personas con aptitud legal para ello, a fin de hacer vida en común, sobre la base del afecto y el amor”.
Precisa que el matrimonio “constituye una de las formas de organización de las familias y se funda en el libre consentimiento y en la igualdad de derechos, deberes y capacidad legal de los cónyuge”.
Las opiniones de los expertos serán incorporadas al texto, que debe ser sancionado por la Asamblea Nacional a fines de año, para ser sometido luego a un referendo nacional.
Las autoridades trataron de incorporar el tema en la nueva Constitución aprobada en 2019, pero el fuerte rechazo que generó en las Iglesias Evangélicas y otros sectores sociales, provocó su transferencia para la discusión del nuevo Código de Familias.
Los obispos católicos se opusieron también en ese momento, aunque en forma mas discreta, con un documento público.