AFP.- Los ciudadanos de Catar votaron el sábado por la mayoría de miembros de su órgano legislativo, sin ninguna mujer electa según los resultados iniciales, en una elección inédita que no alterará el equilibrio de poder en este rico emirato, gobernado por la familia Al Thani.
Los votantes podían escoger a 30 de los 45 miembros del Majlis al Shura, una asamblea consultiva de poco poder. El resto será nombrado por el emir Tamim ben Hamad al Thani que, hasta ahora, escogía a todos sus integrantes.
Los candidatos masculinos se quedaron con todos los cargos electos, según resultados preliminares dados a conocer por medios locales, pese a que 28 mujeres pudieron participar en la contienda.
Ese resultado abre la posibilidad de que el emir use sus 15 nombramientos directos para corregir el desequilibrio.
No se sabe cuándo se anunciarán los nombramientos ni cuándo se reunirá el consejo.
La participación fue de alrededor de 44,3% en los 29 distritos electorales con más de un candidato, según la televisión pública.
Un conteo preliminar publicado la tarde del sábado por la televisión pública indicó que un tercio de los candidatos aprobados había desistido de la contienda, y la agencia noticiosa estatal Qatar News Agency informó posteriormente que había 233 candidatos.
“Donde los candidatos se percataron de que no tenían opciones de ganar un escaño, decidieron endosar a otros candidatos” dijo Andreas Krieg, profesor del King’s College de Londres.
El consejo obtendrá nuevas facultades, como proponer leyes, aprobar el presupuesto o revocar ministros, pero el todopoderoso emir mantendrá el derecho de veto.
En el golfo Pérsico, solo el pequeño reino de Kuwait dispone de un parlamento electo por sus ciudadanos.
El voto, previsto por la Constitución de 2004 pero retrasado en varias ocasiones, llega en un momento de gran exposición para este reino.
Catar acoge el próximo año la Copa del Mundo de fútbol y las autoridades creen que organizar estas elecciones “provocará una atención positiva” hacia el país, afirmó Luciano Zaccara, especialista del Golfo en la Universidad de Catar.
“Es una forma de mostrar que van en la buena dirección, que desean más participación política”, añadió.
Pero los expertos no esperan en la práctica grandes cambios tras estos comicios en el primer productor y exportador mundial de gas natural licuado.
– Votación con límites –
“Es algo trascendental, votar por primera vez aquí. Es increíble poder formar parte [de los comicios]. Cuando doblé mi papeleta para meterla en al urna, tuve la sensación de estar participando en algo más grande”, afirmó en Doha Sheija Ateeq al-Julaifi, de 25 años.
En cambio, un joven catarí que quiso permanecer en el anonimato, decidió no participar. “No voy a votar porque no creo que las elecciones estén bien organizadas”, dijo a la AFP. “Desgraciadamente, creo que esto está hecho más por los focos que por un verdadero deseo de tener un proceso más transparente y más justo”.
Los carteles de los candidatos florecieron en las ciudades del país. Incluso hubo algunos mitines políticos y anuncios electorales en la televisión. Pero la política exterior o el estatus de la monarquía siguieron siendo temas tabú en esta campaña electoral.
A esto se añadieron otras limitaciones. Los 284 candidatos, entre ellos solo 28 mujeres, tuvieron que ser aprobados por el poderoso ministerio de Interior, siguiendo criterios como la edad, el carácter o el historial judicial.
– “Histórico” –
“Es un día histórico (…) me siento feliz (…) Espero que el próximo consejo estará a la altura del momento vive Catar y el mundo”, declaró por su parte a la AFP Alí Abdulá al-Julaifi, votante de 44 años.
Otra cuestión importante es que la mayoría de los 2,5 millones de habitantes del emirato son extranjeros y por tanto no podrán votar.
Y entre los 330.000 nacionales cataríes, solo los descendientes de aquellos que ya eran ciudadanos en 1930 pueden participar en las elecciones y presentarse como candidatos.
Según fuentes diplomáticas, se han celebrado votaciones ya de forma interna para determinar a quién escoger en algunas circunscripciones.
“Cuando no hay partidos políticos, la gente tiende a votar por las personas que conoce, miembros de la familia o de la tribu”, comentó Courtney Freer, especialista en los países del Golfo, en el Emory College de Estados Unidos.
No es la primera vez que los cataríes participan en un proceso electoral, puesto que ya han votado en el pasado en reformas constitucionales o elecciones locales.