El primer ministro indio, Narendra Modi, dijo el sábado en la ONU que ningún país debería beneficiarse del ascenso al poder de los talibanes en Afganistán, tras intercambiar acusaciones de extremismo el día anterior con Pakistán, que pidió al mundo trabajar con los nuevos líderes en Kabul.
“Es absolutamente esencial garantizar que el territorio de Afganistán no se utilice para desarrollar el terrorismo y para ataques terroristas”, dijo el líder indio desde el podio de la Asamblea General de la ONU.
“También debemos estar atentos y asegurarnos de que ningún país intente aprovechar la difícil situación allí y utilizarla como una herramienta para sus propios intereses egoístas”, afirmó Modi.
El viernes, al reunirse con el presidente estadounidense Joe Biden en la Casa Blanca, el primer ministro indio había expresado su preocupación por el papel de Pakistán en Afganistán.
Modi pidió en esa ocasión “un seguimiento del papel de Pakistán en Afganistán” y “en el tema del terrorismo”, según dijo a la prensa el ministro de Relaciones Exteriores indio, Harsh Vardhan Shringla, después de las conversaciones.
En su discurso en la ONU, que tuvo lugar el viernes a través de un video pregrabado, el primer ministro paquistaní, Imran Khan, dijo por su parte que los talibanes habían prometido respetar los derechos humanos y alentó a la comunidad internacional a dialogar con ellos.
“Debemos fortalecer y estabilizar el gobierno actual por el bien del pueblo de Afganistán”, insistió.
También defendió la actitud de su país, principal partidario del régimen talibán que entre 1996 y 2001 impuso una interpretación particularmente rigurosa del Islam y acogió a Al Qaida, lo que condujo a la invasión estadounidense de Afganistán tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Funcionarios estadounidenses acusaron a los poderosos servicios de inteligencia paquistaníes de continuar apoyando a los talibanes y Donald Trump, predecesor de Biden, cortó la ayuda militar a Islamabad.
– Derecho de respuesta –
Khan acusó por otra parte a India de “imponer el reino del terror” sobre los 200 millones de musulmanes que viven en ese país, lo que provocó una fuerte reacción de la delegación india.
Uno de los temas espinosos entre ambos países es Cachemira, el territorio en disputa del Himalaya.
En 2019, Nueva Delhi revocó la semiautonomía de la Cachemira india.
Los residentes en esa región predominantemente musulmana dicen que la represión se ha intensificado desde entonces.
Khan, que prevé reunirse con Joe Biden, acusó a las autoridades estadounidenses de hacer la vista gorda ante las “violaciones impunes a los derechos humanos” de parte de India.
Al final del debate el viernes por la noche, una diplomática india, Sneha Dubey, exigió que se le concediera el derecho de respuesta y acusó a Pakistán de albergar a Osama bin Laden, el líder de Al Qaida asesinado por las fuerzas especiales estadounidenses en 2011.
Pakistán “es un país incendiario que se presenta como un bombero”, dijo. “Alimenta a los terroristas en su patio trasero y espera que sólo hagan daño a sus vecinos”.
Denunció igualmente el “genocidio cultural y religioso” perpetrado en 1971, cuando Bangladesh obtuvo la independencia.
Una diplomática paquistaní, Saima Saleem, le respondió que Cachemira, parcialmente controlada por Islamabad, es un problema político interno de India. AFP
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