El Papa ha afirmado que en la Iglesia existe la tentación “ideológica” de volver atrás que “coloniza las mentes” y hace que dé miedo “acompañar a la gente con diversidad sexual” o comprender que las parejas de casados en segunda unión “no están ya condenadas al infierno”.
“Estoy pensando en el trabajo que se ha realizado -Padre Spadaro estaba allí- en el Sínodo de la Familia para hacer comprender que las parejas en segunda unión no están ya condenadas al infierno. Nos da miedo acompañar a la gente con diversidad sexual. Este es el mal de este momento. Buscar un camino en la rigidez y en el clericalismo, que son dos perversiones. Hoy creo que el Señor pide a la Compañía ser libre, con oración y discernimiento”, señaló el Pontífice en un encuentro con los miembros de la Compañía de Jesús durante su viaje de la semana pasada a Eslovaquia cuyo contenido ha sido publicado por el diario italiano ‘La Stampa’.
El Papa responde así a la pregunta de uno de los jesuitas eslovacos que le cuestiona sobre el sufrimiento de la Iglesia en este momento. Francisco pone de manifiesto que la Iglesia está sufriendo “una ideología que coloniza las mentes” y que impone la tentación de “volver atrás”. Con todo, el Papa afirma que “no es un problema de verdad universal, sino más bien específico de las iglesias de algunos países”. “La vida nos da miedo. La libertad nos da miedo. En un mundo tan condicionado de las dependencias y de la virtualidad nos da miedo ser libres”, dice Francisco.
“Nos da miedo celebrar ante el Pueblo de Dios que nos mira a la cara y nos dice la verdad. No da miedo ir adelante con las experiencias pastorales”, aseguró.
De este modo, el Papa considera que las personas gays, las lesbianas, los bisexuales y las personas transgénero -que integran el grupo de la diversidad sexual- deben ser incluidas en la pastoral de la Iglesia.
Tras el Sínodo de la Familia que el Papa convocó en el Vaticano en octubre de 2014, la mayor parte de los obispos expresaron su deseo de que la Iglesia se abriera a una mejor acogida hacia las personas divorciadas. Asimismo, sobre la atención pastoral a los homosexuales, reconocieron que debían ser acogidas “con respeto y delicadeza”, tal y como se puso de manifiesto en el documento final del Sínodo de obispos de 2019, votado por 183 padres sinodales.
Fuente: Infobae