“El día que surja una variante del coronavirus resistente a las vacunas nadie estará a salvo, ni en el Sur ni en el Norte, ni siquiera en los países donde todos hayan sido inmunizados”, António Guterres
En una amplia entrevista previa al debate en la Asamblea General, el titular de la ONU repasa la actualidad internacional, desde la pandemia de COVID-19 hasta la amenaza del cambio climático, indicando que la única forma de afrontar todos los retos que tiene la humanidad por delante es a través del multilateralismo.
“Las instituciones que tenemos, no tienen dientes. Y cuando los tienen, como en el caso del Consejo de Seguridad, no tienen el hambre suficiente para morder”, asegura el Secretario General de la ONU, António Guterres, y pide a los líderes mundiales que despierten, que corrijan inmediatamente el rumbo en sus países y fuera de ellos, y que actúen unidos.
A unos días del inicio del debate de alto nivel de la 76ª sesión de la Asamblea General, Guterres conversó sobre una amplia serie de temas, desde la pandemia de COVID-19 hasta la igualdad de género.
El Secretario General abogó por un plan de vacunación global equitativo, recordando que siguen surgiendo nuevas variantes del coronavirus que podrían volverse resistentes a las inmunizaciones que existen actualmente. “Porque ese día, nadie estará a salvo, ni en el Sur ni en el Norte, ni siquiera en los países donde todos hayan sido vacunados”, alertó.
Sobre Afganistán, consideró que la situación es “impredecible” y advirtió que lo sucedido en ese país “podría envalentonar ahora a los grupos terroristas u otros movimientos rebeldes para volverse más agresivos”.
El líder de la ONU también se refirió al cambio climático, afirmando que el mundo está “al borde del abismo”, por lo que instó a todos los Estados miembros a hacer que la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida por sus siglas en inglés como COP26, sea un éxito.
La entrevista fue editada para mayor claridad.
En su reciente informe sobre la Agenda Común identificó el multilateralismo como la mejor herramienta para reconstruir un mundo sostenible después de la pandemia de COVID-19. ¿Por qué cree que el multilateralismo es el único camino seguro?
António Guterres: Miremos lo que le ha pasado a nuestro mundo; un virus lo ha derrotado. Más de un año y medio después de que todo comenzara, todavía tenemos el virus propagándose por todas partes. Y vemos un impacto dramático en la vida de las personas, un aumento exacerbado de las desigualdades, economías en situaciones extremadamente difíciles y, por supuesto, los más vulnerables sufren enormemente.
El mundo no ha podido unirse, definir un plan global de vacunación y reunir a los países que pueden producir vacunas con la Organización Mundial de la Salud y con las instituciones financieras internacionales, para luego lidiar con la industria farmacéutica y duplicar la producción y asegurarse de que haya una distribución equitativa de las inmunizaciones. Esto no lo puede hacer un país solo, lo tienen que hacer todos.
El problema es que la institución [sanitaria] multilateral que tenemos ahora, que es la OMS [Organización Mundial de la Salud], no tiene siquiera el poder de obtener información sobre la situación. No tiene el poder de investigar los orígenes de la enfermedad.
Consecuentemente, necesitamos resolver el problema de manera multilateral, uniendo a todos los actores. Necesitamos contar con instituciones multilaterales con una mayor capacidad de gobernanza para poder prevenir y resolver los desafíos que enfrentamos.
En cuanto al clima, es lo mismo. Estamos al borde del abismo. Lo cierto es que nuestro objetivo está muy claramente fijado por la comunidad científica, que la temperatura no debe aumentar más de 1,5 grados hasta finales de siglo.
Corremos el riesgo de no lograrlo porque los países no están cooperando entre ellos. Hay mucha desconfianza entre los países desarrollados y los países en desarrollo. Existe una brecha Norte-Sur que dificulta que todos asuman compromisos y disminuyan las emisiones, para tener una reducción drástica en las próximas dos décadas y alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.
Precisamos un multilateralismo fortalecido, está claro que sólo con cooperación podremos resolver los problemas. Pero las instituciones que tenemos no tienen dientes. Y cuando los tienen, como en el caso del Consejo de Seguridad, no tienen el hambre suficiente para morder.
Necesitamos una red de grupos multilaterales de instituciones que trabajen juntos -porque ahora todo está interrelacionado-, y que tengan más autoridad para movilizar a toda la comunidad internacional con el propósito de solucionar los problemas que encaramos.
Y ese es exactamente uno de los objetivos de la Agenda Común: detectar los bienes comunes globales y los bienes públicos globales que necesitan una mejor gobernanza y trabajar con los Estados miembros para encontrar mecanismos que hagan más efectivos a los gobiernos para que podamos para prevenir futuras pandemias, para derrotar al cambio climático y para abordar las dramáticas desigualdades del mundo de hoy.
Centrémonos ahora en el COVID-19. Usted ha insistido en que nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo, pero la realidad es diferente, especialmente en África, donde menos del 2% de las personas están vacunadas mientras que en muchas partes del mundo las vacunas no se están usando. ¿Qué se debe hacer para que las naciones desarrolladas o más ricas acepten que la lucha contra el COVID-19 sólo puede tener éxito como una empresa global común?
António Guterres: Como dije, necesitamos un plan mundial de vacunación, debemos poder reunir a todos los que producen o pueden producir vacunas y duplicar la producción, y luego distribuirlas de forma equitativa.
Este ha sido nuestro llamamiento, pero lamentablemente aún no se ha cumplido. Y el resultado es lo que mencionaste en la pregunta.
Por ejemplo, mi país [Portugal], que ha tenido mucho éxito con la vacunación, tiene al 80% de la población inmunizada con el esquema completo. En África, como dijiste, hay países con menos del 2%.
El problema es que este virus se está propagando como pólvora en el Sur global. Está mutando, está cambiando y existe el riesgo de que, en un momento determinado, una de estas mutaciones sea capaz de resistir las vacunas que ahora se aplican.
Ese día, nadie estará seguro ni en el Sur ni en el Norte, ni siquiera en los países donde todos hayan sido vacunados.
Esta es una razón para entender que la prioridad debe ser vacunar a todos en todas partes. Y por eso apelamos a que se tomen todas las medidas para garantizar que el 70% de la población mundial esté vacunada a mediados del próximo año. El 70% de manera equitativa, no un 1% en un lugar y 20% en otro.
Hablemos ahora de Afganistán, donde la situación es de gran preocupación, especialmente para las mujeres. Los talibanes no sólo no tienen a ninguna mujer en su gabinete y han dejado fuera a la mayoría de los grupos étnicos. ¿Qué estrategia general cree que deberían adoptar la ONU y sus socios para ayudar mejor al pueblo de Afganistán en este momento?
António Guterres: La situación es impredecible. Todos queremos que Afganistán tenga un gobierno inclusivo. Todos queremos que Afganistán respete los derechos humanos, especialmente los de las mujeres y las niñas. Todos queremos que Afganistán nunca vuelva a ser un lugar seguro para los terroristas; todos queremos que Afganistán combata el narcotráfico, pero es difícil predecir lo que va a pasar. Aún no está claro.
Creo que la ONU tiene un deber, y nuestro deber es participar, participar en función de lo que podemos ofrecer, y lo que podemos ofrecer es ayuda humanitaria, esencial en esta coyuntura, y tenemos que participar para explicarles a los talibanes que es importante para ellos tener un gobierno representativo de todas las diferentes etnias y, por supuesto, que es fundamental que se respeten los derechos de las mujeres y las niñas.
Las mujeres deben poder trabajar, las niñas deben tener acceso a todos los niveles de educación. Además, Afganistán debe cooperar con la comunidad internacional en la lucha contra el terrorismo. Por eso tenemos que interactuar con los talibanes, y eso es lo que hemos estado haciendo.
Como saben, enviamos a Martin Griffiths, nuestro coordinador de Ayuda de Emergencia y jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), a Kabul para hablar con los líderes talibanes sobre cómo podemos entregar ayuda humanitaria en un entorno seguro y de forma equitativa, sin que haya discriminaciones de ningún tipo. Del mismo modo, fue a dialogar con ellos sobre los otros aspectos que mencioné, sobre derechos humanos y otras formas de cooperación que son esenciales. Tenemos que interactuar con ellos. No sabemos cómo evolucionarán las cosas, pero sabemos que si no nos involucramos, probablemente irán en la dirección equivocada.
Y luego tenemos que movilizar a la comunidad internacional para que brinde ayuda humanitaria. El pueblo afgano está sufriendo mucho. Es vital llevar a los afganos alimentos, medicinas y otras formas básicas de apoyo para evitar una situación catastrófica en el país.
Y la otra preocupación que tenemos es que, debido a todas las diferentes medidas y sanciones en vigor, existe el riesgo de estrangular completamente la economía.
Creo que la comunidad internacional debe encontrar mecanismos para inyectar algo de efectivo a la economía afgana con el objetivo de evitar un colapso que tendría consecuencias devastadoras en la vida de los afganos y que también provocaría un éxodo masivo que, por supuesto, sería un factor de inestabilidad en toda la región.
En muchos países del mundo, las mujeres todavía se quedan atrás en múltiples frentes. Usted ha hecho mucho para promover el tema de la paridad de género en Organización de las Naciones Unidas. Pero muchos críticos exigen a la ONU impulsar esta agenda con más fuerza. ¿Qué acciones quisiera implementar para garantizar que la igualdad de género sea una realidad para 2030?
António Guterres: Hay muchas dimensiones. Por supuesto, la representación de la mujer en los diferentes órganos de la ONU, y también a nivel nacional e internacional; las cuestiones del apoyo a las mujeres emprendedoras y el empoderamiento económico de las mujeres que luchan contra la violencia de género. La situación es terrible en las zonas de conflicto, pero a nivel de países, hace falta abolir toda la legislación discriminatoria que todavía existe, las leyes nacionales que no estipulan la igualdad entre mujeres y hombres.
Todos estos aspectos son prioritarios para nosotros, pero hay una cuestión central, una cuestión de poder. El poder de hoy en el mundo todavía se concentra esencialmente en los hombres y prevalece una cultura dominada por los hombres.
Y el poder generalmente no se da, el poder se toma. Así que necesitamos que las mujeres luchen plenamente por sus derechos y necesitamos hombres que entiendan que sólo con la igualdad de género el mundo mejorará y resolverá los problemas.
Necesitamos que los hombres participen de manera efectiva en la lucha por la igualdad de género. Y sobre la cuestión de poder en la ONU, como saben, ahora tenemos paridad, igual número de mujeres y hombres en 180 oficinas de alto rango de la ONU y en los líderes de nuestros equipos alrededor del mundo, porque pensamos que si en los órganos donde existe poder hay paridad, inevitablemente habrá consecuencias positivas en el futuro.
Debemos hacer lo mismo en los gobiernos, en los parlamentos, en todos los órganos.
Necesitamos incluir mujeres y hombres en plena igualdad en las instancias de toma de decisiones para asegurarnos de cambiar esta relación de poder desequilibrada, que es resultado de siglos de patriarcado y dominación masculina.
Otro grupo marginado son los jóvenes. Usted a pedido repetidamente que se les dé un asiento en la mesa de diálogo sobre cómo construir un mundo inclusivo y equitativo para todos. ¿Qué le gustaría que hicieran los propios jóvenes para asegurarse de tener esa oportunidad?
António Guterres: Creo que los jóvenes ahora cuentan con herramientas poderosas para unirse y hacer oír su voz.
Los jóvenes dominan las redes sociales mucho más que mi generación. Los jóvenes tienen una enorme capacidad de movilización, como hemos visto en los movimientos contra el racismo, contra el cambio climático, contra las desigualdades de diversa índole, el movimiento por la igualdad de género, donde la generación joven es sumamente progresista en comparación con las personas mayores.
Necesitamos crear los mecanismos institucionales que permitan que la voz de los jóvenes esté más presente donde se toman las decisiones. Esa es la razón por la que en la Agenda Común tenemos una serie de medidas importantes para dar voz e influencia a los jóvenes en el trabajo de la ONU.
Enfoquémonos ahora en África, en los conflictos. Usted advirtió recientemente que los acontecimientos en Afganistán también podrían influir en lo que suceda ahora en ciertos puntos volátiles de África, en particular donde la ideología extremista está impulsando conflictos. ¿Podría abundar sobre este tema?
António Guterres: Me preocupa mucho una situación como la del Sahel, donde vemos una reducción de la presencia francesa. Hemos visto a Chad mover tropas de la zona más peligrosa.
Observamos a los grupos terroristas envalentonados por la situación en Afganistán, por la victoria de los talibanes. Por tanto, creo que es hora de sumar esfuerzos para crear un mecanismo de seguridad eficaz en el Sahel.
Es por eso por lo que siempre he pugnado por una fuerza africana sólida de la Unión Africana y las organizaciones regionales, con el apoyo del Consejo de Seguridad y una resolución del Capítulo 7 [según el cual el ese órgano de la ONU puede autorizar el uso de la fuerza], y con aportes obligatorios para garantizar el sostén efectivo de esa fuerza.
Pero también sabemos que la fuerza militar no es suficiente. Necesitamos que haya desarrollo, tenemos que luchar contra el impacto del cambio climático y debemos hacer todo lo posible para mejorar la gobernanza en esa región.
Es decir, precisamos impulsar nuestros esfuerzos. Exhorto a la comunidad internacional a apoyar plenamente los trabajos en las arenas de la seguridad, del desarrollo, de la asistencia humanitaria, de la gobernanza y de los derechos humanos. Si lo hacemos, podremos derrotar al terrorismo en el Sahel.
Pero si mantenemos la situación que tenemos hoy, es muy preocupante. Y lo mismo puede decirse de otras partes de África donde lo ocurrido en Afganistán podría envalentonar a los grupos terroristas u otros movimientos rebeldes a que se vuelvan más agresivos.
En cuanto a la seguridad global, el mundo continúa lidiando con más amenazas, usted ha hablado sobre el extremismo y otras formas de conflictos, terrorismo y armas de destrucción masiva. ¿Qué más puede hacer la ONU para que el mundo sea un lugar más seguro?
António Guterres: El mayor problema hoy es la falta de confianza. Y sobre todo la falta de confianza entre las grandes potencias. Eso se ve en las dificultades del Consejo de Seguridad para tomar decisiones adecuadas en las distintas crisis del mundo.
Con esta división entre las grandes potencias, con esta desconfianza, lo que vemos es un ambiente de impunidad, la gente piensa que puede hacer lo que quiera.
Por lo tanto, debemos reconstruir la confianza, y debemos reconstruir la confianza entre aquellos que tienen más influencia en los asuntos mundiales para poder cooperar y unir a la comunidad internacional para enfrentar las crisis, que se están multiplicando.
Vemos más golpes de Estado, vemos nuevas situaciones de conflicto, vemos inestabilidad social y malestar.
Necesitamos tener un Consejo de Seguridad unido, fuerte. Y para eso precisamos un diálogo serio entre las grandes potencias para tratar de encontrar un terreno común.
El debate de alto nivel de la Asamblea General es la semana próxima, ¿Cuál es su mensaje principal a los líderes mundiales?
António Guterres: Mi mensaje principales es que llegó la hora de sonar la alarma. Estamos al borde de un precipicio y nos movemos en la dirección equivocada.
Vemos la vacunación [contra el COVID-19], vemos las dificultades para unir a todos los países y garantizar que la COP26 sea un éxito.
Vemos la multiplicación de conflictos en los últimos meses. Necesitamos cambiar de rumbo y necesitamos despertar. Mi mensaje a los líderes es: despertemos, cambiemos de rumbo, unámonos y tratemos de vencer los enormes desafíos que enfrentamos hoy.
Fuente: https://news.un.org/