Nueva York, EE.UU.- En presencia del presidente Luis Abinader, 2,600 hijos de dominicanos adquirieron este sábado la nacionalidad.
Abinader dio la bienvenida a estos ciuedadanos nacidos en la ciudad de Nueva York. El acto masivo fue celebrado en The Armory.
El juramento a los hijos de dominicanos nacidos en Nueva York fue tomado por Eligio Jáquez, cónsul dominicano.
Estás fueron las palabras de bienvenida de Luis Abinader Corona.
ACTO DE BIENVENIDA A HIJOS DE DOMINICANOS
NACIDOS EN EE.UU. Y NACIONALIZADOS DOMINICANOS
Estimados miembros de la delegeación que nos acompaña,
Hoy es un día especial, de esos que quedarán reseñados en la historia de nuestro país. Y no podía ser para menos.
Porque hoy damos la bienvenida formal como parte de la gran familia dominicana a decenas de compatriotas nacidos, por distintas circunstancias, en los Estados Unidos.
Y lo digo bien cuando señalo que es una “bienvenida formal”, porque a los hijos de la casa materna nadie tiene que abrirles la puerta para que puedan entrar a su propia casa y sentirse en familia.
Sin embargo, cuestiones formales y legales hacen que este requisito sea necesario. Y en cumplimiento de ese deber por parte del Estado dominicano, mi Gobierno se ha empeñado en reconocer el derecho a los miles de descendientes de dominicanos y dominicanas que nacieron fuera de la República Dominicana para certificar su pertenencia al país que tanto amamos.
Y esto lo hacemos por dos razones:
La primera es porque como nación y como Gobierno tenemos la obligación de cumplir y hacer cumplir con el mandato constitucional que reconoce la nacionalidad dominicana a todos los hijos e hijas de nuestros compatriotas dominicanos, independientemente del lugar del mundo donde hayan nacido. Y como presidente de la República Dominicana, estoy en la mejor disposición de que así se haga.
Y la segunda razón, y desde luego la más importante, es porque ser dominicano va más allá de portar una cédula o de tener un pasaporte con nuestro escudo nacional.
Ser dominicano es sentir en el corazón los colores de nuestra bandera; es vibrar a ritmo de Merengue y tirar unos pasitos bailando Bachata.
Ser dominicano es tener un profundo sentimiento de pertenencia a una comunidad que ama tanto a su tierra y se sacrifica por su gente.
Y ser dominicano de la diáspora es tener todo eso y más, porque es conocer de cerca el sacrificio, el compromiso con su país y cargar sobre sus hombros con la responsabilidad de mantener viva nuestra cultura e identidad para transmitirla de generación en generación.
Por tanto, la apuesta hecha por nuestros antecesores en 1994 que dio con el reconocimiento del derecho a la doble nacionalidad de los dominicanos y el derecho de sus hijos a optar por ella, fue un verdadero acierto que hoy quiero poner en valor.
Nuestros legisladores de entonces, animados por el fuerte impulso de la creciente diáspora dominicana que reclamaba ese derecho, lo hizo posible.
Y hoy vemos los resultados con un aumento exponencial en las solicitudes de opción de nacionalidad hechas en el último año, que llegan a superar las 2,500 solicitudes hasta el momento. Un número muy superior al de las dos décadas anteriores.
Y por eso, a ustedes yo les doy la más cordial bienvenida a su casa, a su familia que es la de toda la comunidad dominicana en el mundo.
Y como primer mandatario me comprometo a seguir fomentando las buenas relaciones entre generaciones de dominicanos y dominicanas en el exterior, a que el Estado vele por ustedes siempre y en todo lugar, porque somos la misma sangre: la de un país que lucha, que trabaja y que se esfuerza.
Sigan adelante, siéntanse orgullosos de su país, y sepan que ustedes siempre han sido, son y seguirán siendo dominicanos de pleno derecho.
Enhorabuena y que Dios bendiga siempre a la gran familia dominicana.
Muchas gracias.
