El presidente de los Estados Unidos Joe Biden, acudió este domingo en un viaje solemne para honrar y llorar a los 13 soldados estadounidenses muertos en el ataque suicida cerca del aeropuerto de Kabul, mientras sus restos regresan a suelo estadounidense desde Afganistán.
Tanto Biden como su esposa Jill viajaron a la Base de la Fuerza Aérea Dover en Delaware para reunirse en privado con las familias de los muertos y luego asistir al “traslado digno” de las tropas caídas, un ritual militar para recibir los restos de los muertos en combate extranjero.
La base aérea de Dover (Delaware) es la encargada de recibir los restos mortales de los soldados estadounidenses que mueren en el extranjero desempeñando su misión.