AFP.- El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (Fida) lanzó este martes una coalición internacional de bancos públicos para el desarrollo con el objetivo de financiar la transformación de los sistemas alimentarios.
El objetivo es promover la agricultura y la distribución sostenible, promover una remuneración justa para los productores locales y luchar contra la desigualdad en el acceso a los alimentos.
Se estima que se necesita una financiación anual de 350.000 millones de dólares en los próximos diez años (0,5% del PIB mundial), recuerda en un comunicado de prensa el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (Fida), organismo de Naciones Unidas, mejor conocido como el banco de los pobres.
“Los bancos públicos de desarrollo ya están realizando importantes inversiones en los sectores de la alimentación y la agricultura. Hay que aprovechar y reorientar esas inversiones para apoyar la transición a sistemas alimentarios más equitativos y sostenibles. Podríamos marcar una diferencia real”, aseguró Gilbert Houngbo, presidente de Fida, citado en el comunicado.
La iniciativa fue anunciada en una reunión esta semana en Roma, para preparar la Cumbre de las Naciones Unidas dedicada a ese tema que se celebrará en septiembre en Nueva York.
Además de Fida, el Banco de Desarrollo Francés (AFD) y la Caja de Depósito Italiana (CDP), se han asociado a la nueva coalición, los cuales esperan movilizar a las “autoridades públicas, institutos de investigación, empresas del sector privado y organizaciones de la sociedad civil”, explicó el comunicado.
“No hay suficientes recursos [financieros] para la transformación de los sistemas alimentarios”, advirtió Amina Mohammed, subsecretaria general de la ONU.
“La crisis sanitaria ha provocado una crisis alimentaria”, lamentó el primer ministro italiano, Mario Draghi, en la reunión de Roma, destacando que en 2020 más de 810 millones de personas en el mundo padecían hambre, frente a 690 millones en 2019.
En un mensaje dirigido a los participantes de la reunión, el papa Francisco instó a apoyar la transformación de los sistemas alimentarios con el fin de “fortalecer las economías locales, mejorar la nutrición, reducir el desperdicio de alimentos, promover dietas saludables y accesibles para todos, fomentar el desarrollo sostenible del medio ambiente y respetar las culturas locales”.
“La crisis que enfrentamos es en realidad una oportunidad única […] para atacar las raíces de nuestro injusto sistema alimentario”, aseguró el pontífice argentino.