AFP.- Ecuador propuso el miércoles a las petroleras que operan en su territorio cambiar de modelo de contrato para ofrecer incentivos y atraer inversiones para mejorar la producción de crudo, su principal producto de exportación.
“No podemos desperdiciar la oportunidad de subirnos a esta pequeña ola de bonanza petrolera internacional”, expresó el presidente Guillermo Lasso al establecer una nueva política hidrocarburífera mediante decreto cuando los precios del crudo están al alza.
El documento establece que Quito iniciará “un proceso de renegociación de contratos para migrar libre y voluntariamente” de los actuales contratos de prestación de servicios a los de participación.
El Ejecutivo no precisó porcentajes de participación en los nuevos contratos, incluso para próximos planes de exploración y explotación.
“El Estado tiene que definir cómo se va a distribuir la producción petrolera”, dijo a la AFP el analista petrolero Henry Llánez.
El porcentaje “se debe definir partiendo de los criterios generales que deben constar en la ley y luego en la parte técnica y operativa del contrato se tienen que señalar esas condiciones”, añadió.
El gobierno del exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017) estableció el modelo de prestación de servicios, por el que el Estado paga a las empresas privadas un determinado precio por barril producido, y así obtiene todo el petróleo.
Además, aumentó de 50% a 99% lo que corresponde al país de las ganancias extraordinarias por el alza del precio del petróleo, lo que derivó en arbitrajes internacionales contra Quito.
El país pretende incentivar “la inversión de riesgo y el incremento de la producción”, según el nuevo decreto presidencial.
La Constitución ecuatoriana manda que el Estado participará en los beneficios en un monto que no será inferior a los de la empresa que los explota.
La nueva política hidrocarburífera, que deberá implementarse en los próximos 100 días, también incluye licitaciones de nuevos campos en la selva de la Amazonia -donde sectores indígenas se oponen al extractivismo.
“Debemos fortalecer la seguridad jurídica y la confianza en el Ecuador, lo que permitirá potenciar las inversiones privadas locales y extranjeras”, señaló Lasso, quien asumió el 24 de mayo pasado y es partidario de las alianzas público-privadas para la administración de áreas estratégicas.
Entre enero y abril de este año, Ecuador explotó 503.000 barriles por día, la mayoría a cargo de la estatal Petroecuador y el resto por más de una decena de empresas como Repsol y la china Andes. De esa producción, un 71% se destinó a la exportación.
La nueva política alteraría el marco actual, en el que firmas privadas extranjeras y nacionales operan solas y en alianzas entre sí, por fuera de Petroecuador.
Por demás, el decreto establece la “inmediata” venta de las estaciones de servicio de Petroecuador.
Parte de los recursos que genere la nueva estrategia hidrocarburífera irá a programas de desarrollo social como el combate a la desnutrición crónica infantil y de salud, anunció Lasso, un exbanquero de derecha abierto a los acuerdos de libre comercio.
La dolarizada economía de Ecuador, en crisis agravada por la pandemia del covid-19, decreció en 7,8% en 2020 y espera una mejora de 2,8% para 2021.
pld/sp/rsr
© Agence France-Presse
