AFP.- ¿Podría Donald Trump volver a ser candidato a la presidencia de Estados Unidos si es acusado? Un gran jurado determinará los cargos que podrían pesar en su contra o sus allegados, lo que plantea nuevos riesgos para sus ambiciones de cara a 2024.
Calificando la formación de esa instancia como “la continuación de la mayor caza de brujas en la historia de Estados Unidos”, el magnate recordó sus altos niveles de popularidad entre los republicanos y sugirió que por ello hay quienes quieren impedirle bregar por un nuevo mandato.
Es “interesante” que el anuncio de la formación de este gran jurado se produzca el mismo día que se publica una “encuesta que indica que estoy muy por delante en las primarias presidenciales republicanas y en las elecciones de 2024”, escribió el martes por la noche.
Según varios medios estadounidenses, un gran jurado fue constituido para decidir si la información reunida por el fiscal de Manhattan Cyrus Vance relativa a Donald Trump y su grupo justifica la realización de un juicio.
Esa etapa durará seis meses, señaló el Washington Post.
El fiscal lleva investigando desde 2019 posibles manipulaciones contables de la Organización Trump, el holding que gestiona todos los negocios del exmandatario.
Nunca un expresidente has ido procesado ante la justicia penal en Estados Unidos.
- Sin obstáculos legales –
Este caso “es potencialmente extremadamente serio” para Donald Trump, subraya Howard Schweber, profesor de política estadounidense en la Universidad de Wisconsin-Madison.
Sin embargo, el 45º presidente de Estados Unidos podría escapar de la acusación, dijo a la AFP, porque nada indica que Cyrus Vance apunte específicamente contra Trump.
De hecho, podría apuntar a la Organización Trump o a colaboradores del expresidente.
“Lo que parece obvio es que hay importantes cargos criminales en el horizonte” contra “funcionarios de la cima del grupo Trump”, señaló.
Pero incluso si se le imputa, el magnate inmobiliario no tendría ningún problema legal para intentar volver a realizar una campaña presidencial.
Las leyes que rigen las elecciones federales no establecen “ningún requisito de que un candidato a la presidencia o al Congreso no haya sido procesado”, explicó a AFP Rick Hasen, especialista en legislación electoral de la Universidad de California.
En 2008, un senador republicano de Alaska, Ted Stevens, se volvió a presentar a una elección tras haber sido acusado por un gran jurado en un caso de corrupción. Fue derrotado.
- ¿Candidato incluso estando preso? –
“Las condenas penales no impiden postularse para un cargo federal. Ninguna ley lo prohíbe”, sostiene Steven Huefner, profesor de derecho en la Universidad de Ohio.
En este estado, un convicto y exparlamentario demócrata y luego independiente llamado Jim Traficant se presentó a la reelección estando preso, en 2002. Fue derrotado.
¿Qué pasa si un candidato ganara las elecciones presidenciales desde la cárcel?
“Sería una situación notable, por supuesto”, reaccionó Brian Kalt, profesor de derecho en la Universidad de Michigan.
“Imagino que un juez lo tomaría en cuenta a la hora de pronunciar su sentencia, para buscar alternativas”, indicó.
Esta eventualidad es “tremendamente improbable”, en particular dada “la extrema rareza de las largas penas de prisión por delitos económicos, en particular para los acusados políticamente poderosos” y el largo camino electoral, desde las primarias hasta las elecciones, apuntó Howard Schweber.
- Unificar las tropas –
Lo que no está en duda es que los votantes más leales a Donald Trump lo seguirán apoyando.
Una condena lo debilitaría entre los electores moderados, pero “hoy en día ya no existe realmente un centro”, consideró Brian Kalt.
“Para el 99% de las personas, no importa cuál sea la pregunta: están divididos entre quienes fustigan a Trump y quienes lo alientan, y cualquier interrogación sobre los matices legales es totalmente irrelevante”.
El expresidente republicano “siempre ha contado con el apoyo de un núcleo duro de partidarios para quienes cualquier acusación de malversación solo fortalece su lealtad”, agrega Howard Schweber.
Después de todo, ¿no había dicho el propio magnate neoyorquino que podía pararse en medio de la Quinta Avenida en Manhattan y dispararle a alguien sin perder un solo voto?
Si bien todos estos escenarios siguen siendo altamente improbables, argumenta Kalt, “la sola posibilidad de que no entierren a un candidato es bastante notable”.
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