La ciudad boliviana de Cochabamba en situación "caótica" por nueva ola de covid

La ciudad boliviana de Cochabamba en situación "caótica" por nueva ola de covid

AFP.- Una larga hilera de cilindros verdes y blancos se vislumbra desde lejos. Están recostados sobre un muro de la planta de oxígeno medicinal de Arbieto, a las afueras de la ciudad boliviana de Cochabamba, donde ese recurso comienza a escasear ante una disparada de casos de covid-19.

“Estamos entrando a un estado de colapso, de emergencia sanitaria, que puede terminar en una catástrofe”, aseveró el secretario municipal de Salud de Cochabamba (centro), Aníbal Cruz.

“Ayer han fallecido nueve pacientes por falta de oxígeno”, dijo el martes.

Con tanques al hombro o en sus vehículos, decenas de personas esperan -algunas desde hace más de 24 horas- para obtener el gas del que dependen sus familiares enfermos para seguir respirando.

“Mi esposo se encuentra en mi domicilio y somos los últimos de la fila para poder encontrar oxígeno”, se quejó Ximena Pinedo, una farmacéutica de 40 años que aguardaba fuera de la planta, bajo el sol.

Según el secretario de Salud, la demanda de oxígeno en Cochabamba se duplicó desde finales de marzo debido a lo que cataloga como la “tercera ola” de la pandemia: pasó de 1,5 a 3 toneladas diarias en el sistema público, que abarca la salud pública y prestadores dependientes de instituciones de seguridad social.

La noche del lunes, familiares denunciaron que ocho personas murieron en un hospital de la Caja Nacional de Salud por falta de oxígeno, algo que el gobierno nacional negó en un comunicado.

En el Hospital del Sur, una planta de oxígeno propia solía ser suficiente para abastecer a los pacientes, pero hoy, los 30 metros cúbicos que produce a diario no cubren la demanda.

Pidieron cilindros a la planta de Arbieto, donde muchos otros esperan llenar sus tanques vacíos, para dar un respiro a los pacientes pero solo “hasta el mediodía del miércoles”, según el director del hospital, Grover León.

Mientras tanto, devenido en bien preciado, el oxígeno comienza a venderse incluso en redes sociales. La página de Facebook “Oxígeno Medicinal Cochabamba”, por ejemplo, ofrece la “entrega inmediata” de un “kit completo, tanque cargado, listo para usar”. Su precio: 2.800 bolivianos (400 dólares), en un país en el que el salario mínimo es inferior a 2.200 bolivianos.

– Faltan camas –

El oxígeno no es lo único que escasea en Cochabamba: decenas de enfermos de covid-19 esperan una cama de tratamiento intensivo. De momento, todas están ocupadas, indicó el secretario de Salud, que describió la situación como “caótica”.

Todos los pacientes con covid-19 del departamento de Cochabamba, uno de los nueve de Bolivia y con casi 1,8 millones de habitantes, están siendo trasladados a la capital departamental y sus alrededores por la falta de centros de salud en otras localidades. Pero allí, el sistema público cuenta solo con 85 camas de cuidados intensivos.

Los que esperan por un lugar, lo hacen “en casa” o acuden a costosos hospitales privados, explicó León. No pueden ser hospitalizados en cuidados intermedios porque “si se satura la terapia intermedia, ya no se pueden ingresar más pacientes”.

El Cementerio General de la ciudad también está saturado, según sus autoridades. El espacio para almacenar cuerpos antes de ser cremados está lleno, por lo que los cadáveres deben permanecer en frigoríficos dentro de los hospitales mientras tanto.

Este miércoles, un comité de emergencia se reunirá para definir las medidas a tomar frente a la crisis sanitaria en el departamento.

Bolivia acumula 355.349 contagios de covid-19 y 14.124 muertes entre sus 11,6 millones de habitantes, de acuerdo con el balance oficial. 

Si bien la tasa de letalidad, que mide el total de muertes sobre casos positivos, y los casos cada 100.000 habitantes son menores que en otros países de la región, el sistema de salud del país andino adolece de problemas de infraestructura, abastecimiento y falta de personal, lo que limita su capacidad de respuesta.

Además, la campaña de vacunación avanza despacio. Al 25 de mayo, 9,8% de la población había recibido al menos una dosis de las vacunas Sputnik V, Sinopharm, AstraZeneca o Pfizer, incluido el presidente Luis Arce, que se vacunó el lunes con el fármaco ruso. Solo 2,7% ya tiene ambas dosis.

“La población le ha perdido el respeto ya a la pandemia”, lamentó Cruz. Si bien el gobierno de Cochabamba determinó la prohibición de circular entre las 20h00 y las 05h00 y cuarentena los domingos, el gobierno nacional ordenó a la policía no ejecutar medidas que impliquen “multas y detenciones” para no afectar la “reactivación económica”.