AFP.- El Vaticano anunció este martes que traslada fuera de sus muros al pre-seminario San Pío X, un internado para niños y adolescentes, actualmente en el ojo del huracán por presuntos abusos sexuales de un menor.
En un comunicado divulgado por la sala de prensa del Vaticano, en el que se evita mencionar el juicio iniciado a mediados de octubre en un tribunal de la Santa Sede, se anuncia la decisión.
“Durante mucho tiempo hemos estado estudiando la hipótesis de trasladar el pre-seminario San Pío X fuera de los muros del Vaticano, también para promover la proximidad de los jóvenes estudiantes a los lugares donde estudian y practican sus actividades recreativas”, explica la nota.
La institución, donde niños y adolescentes se preparan para ver si quieren seguir el camino del sacerdocio, está ubicada no muy lejos de la residencia del papa Francisco.
El pontífice argentino advirtió recientemente al actual rector del pre-seminario su decisión de trasladar la institución a partir de septiembre “fuera de la Ciudad del Vaticano, a un lugar conveniente”, subraya el comunicado.
En el pre-seminario, que existe desde hace 75 años, estudian muchos de los monaguillos que ayudan al papa durante las misas en la basílica de San Pedro.
La justicia vaticana decidió abrir el juicio tras la publicación del libro “Pecado original” del periodista italiano Gianluigi Nuzzi en el que denuncia los abusos cometidos en ese seminario entre 2011-2012.
Según los informes, el acusado y la víctima tenían 14 y 13 años cuando ocurrieron los hechos, que se prolongaron durante cinco años.
El padre Enrico Radice, ex rector del pre-seminario San Pio X, fue acusado de encubrimiento en el juicio por haber protegido al joven autor de los abusos sexuales.
La presunta víctima describió con detalles en marzo pasado ante los jueces los abusos padecidos en la habitación que compartía con los demás estudiantes, en un caso inédito para la justicia vaticana.
El papa Francisco se comprometió a luchar contra la pederastia dentro de la Iglesia y prometió llevar ante la justicia a los sacerdotes que han cometido abusos sexuales de menores.