AFP.-Las protestas contra la violencia policial en Colombia estallaron con violencia en Popayán, luego que una joven de 17 años se suicidó después de haber sido llevada a rastras y presuntamente manoseada por uniformados que disolvían una manifestación.
Un reportero de la AFP registró el viernes fuertes choques con la fuerza pública y disturbios en esa ciudad del suroeste del país, aunque todavía no hay un balance oficial de víctimas ni daños.
El miércoles en la noche, la menor fue conducida hacia una sede de la Fiscalía por agentes que se enfrentaban con manifestantes. En un video que se hizo viral, se ve a la joven gritando mientras la inmovilizan de pies y manos y la llevan hacia el sitio.
Según la Comisión de Garantías y Derechos Humanos, que acompaña las protestas desde hace dos semanas en rechazo al gobierno, la menor manifestó haber sido golpeada y manoseada. El jueves, la muchacha se suicidó en su casa.
La policía, que negó los abusos durante la detención, anunció la suspensión de cuatro uniformados implicados en el caso.
El edificio de la fiscalía donde estuvo detenida la joven fue incendiado durante la jornada del viernes.
Un grupo de manifestantes también se congregó frente a la comandancia de la policía en Popayán en rechazo a la supuesta agresión.
La Procuraduría, que vigila a los funcionarios en Colombia, abrió una investigación para determinar la responsabilidad de los uniformados involucrados en el caso,
Los ministros de Interior y Defensa llegaron este sábado a Popayán, por orden del presidente Iván Duque quien les encargó el “restablecimiento del orden público en la ciudad”.
En 17 días de protestas han muerto 42 personas, 41 civiles y un uniformado, según la Defensoría del Pueblo. El Ministerio de Defensa, que tiene a su cargo la policía, cuenta más de 1.500 lesionados entre manifestantes y agentes.
Colombia pasa por una severa crisis social por cuenta del deterioro que trajo la pandemia y la represión de las protestas contra el gobierno, que intenta desactivar el descontento mediante diálogos y negociaciones con los frentes de protesta que reclaman un Estado más solidario y una sociedad menos desigual.