AFP.- La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) dijo este viernes que analiza si las vacunas anticovid de Pfizer/BioNTech y Moderna están ligadas a casos raros de coágulos sanguíneos, aunque inicialmente no detectó indicios.
En abril, la EMA vinculó a otras dos vacunas autorizadas por la Unión Europea, las de AstraZeneca y de Johnson & Johnson, con casos raros pero ocasionalmente mortales de coágulos, aunque remarcó que los beneficios de las vacunas en el combate a la pandemia del covid-19 superan los riesgos.
El comité de seguridad de la EMA “está monitoreando de cerca si las vacunas ARN mensajero están también ligadas a casos de raros de coágulos sanguíneos con bajos niveles de plaquetas”, indicó la agencia europea.
La farmacéutica estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech, así como la también estadounidense Moderna, basan sus vacunas en la tecnología genética ARN mensajero, que entrena al organismo a reproducir proteínas similares a las del coronavirus.
Al verse expuestas al virus real, el organismo reconoce a la proteína y es capaz de combatirla.
“Tras una revisión de informes de supuestos efectos colaterales, (el comité) considera que no hay una señal de seguridad para las vacunas ARN mensajero”, indicó la EMA, con sede en Ámsterdam.
Se han reportado muy pocos casos de coágulos sanguíneos con plaquetas bajas entre receptores de las vacunas ARN mensajero.
Comparado con las millones de personas que han recibido estas vacunas, “los números son extremadamente bajos y su frecuencia es más baja que la que se da en personas que no han sido vacunadas”, indicó la EMA.
Agregó que los casos registrados no parecen presentar el patrón clínico observado en las vacunas de AstraZeneca y Johnson & Johnson.
La EMA anunció también que comenzó a revisar los datos de un tratamiento de anticuerpos británico-estadounidense del coronavirus, pero aclaró que es muy temprano para evaluar sus riesgos y beneficios.
Los datos corresponden a sotrovimab, un anticuerpo desarrollado por la británica GlaxoSmithKline y Vir Biotechnology, con sede en California.
Sotrovimab es un anticuerpo que se adhiere a la proteína del coronavirus y reduce su capacidad de entrar a las células del organismo.
La revisión es el paso previo a la autorización acelerada para su uso en la Unión Europea, de 27 países miembros.