AFP.- Rusia denunció este domingo como una “provocación” la expulsión de 18 de sus diplomáticos por parte de República Checa, que los acusa de espionaje, y prometió “medidas de represalia” en un contexto de fuertes tensiones entre Moscú y Occidente.
“Expresamos nuestra más viva protesta a las autoridades checas. Tomaremos medidas de represalia que harán que los autores de esta provocación sean plenamente conscientes de su absoluta responsabilidad en la destrucción de los fundamentos […] de las relaciones entre nuestras naciones”, indicó en un comunicado el ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
Calificando la decisión de las autoridades checas como “sin precedentes”, Moscú denunció acusaciones “infundadas y descabelladas” contra sus diplomáticos.
“Este cometido hostil es parte de una serie de acciones antirrusas emprendidas por la República Checa en los últimos años. Solamente podemos ver las trazas (de la influencia) de Estados Unidos”, prosiguió el ministerio.
“En un esfuerzo por complacer a Estados Unidos en el contexto de las recientes sanciones estadounidenses contra Rusia, las autoridades checas inclusive superaron a sus maestros de ultramar en este sentido”, añadió.
Paralelamente a la expulsión de 18 diplomáticos rusos identificados como agentes del espionaje de Moscú, Praga afirmó el sábado contar con “pruebas irrefutables” que implican a miembros del GRU, élite de los servicios de inteligencia militar rusos, en la explosión de un depósito de municiones en Vrbetice, en la que murieron dos personas, en 2014.
La policía checa dijo encontrarse a la búsqueda de dos hombres con pasaportes rusos, por su presunto rol en aquella explosión, que llevan los mismos nombres de los sospechosos del envenenamiento con Novichok del exagente doble Serguéi Skripal en Gran Bretaña, en 2018.
Polonia, por su parte, anunció el jueves que había expulsado a tres diplomáticos rusos acusados de “acciones hostiles”, luego de que Estados Unidos tomara medidas similares en respuesta a varios actos atribuidos a Moscú.
Washington señaló también el jueves que impondrá una nueva ola de sanciones a Rusia, a la que acusa de ciberataques masivos e injerencia en las elecciones estadounidenses, en tanto Moscú niega cualquier implicación y anunció el viernes que, en represalia, expulsará a diez diplomáticos estadounidenses y a cinco polacos.
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