Un policía murió y otro resultó herido este viernes después de que una persona los atropellara delante del Capitolio de Estados Unidos, antes de salir del coche cuchillo en mano y ser abatido, tres meses después de la toma perpetrada por seguidores del exmandatario Donald Trump.
Por el momento las autoridades no consideran lo ocurrido como un acto relacionado con el “terrorismo” e indicaron que no existe una “amenaza en curso”.
El incidente se produjo a las 13H02 (17H02 GMT) cuando el sospechoso atropelló a los dos agentes que custodiaban la barrera norte del Capitolio, indicó la jefa de la policía del Congreso, Yogananda Pittman.
El sospechoso salió del vehículo con un cuchillo en la mano y no respondió a las advertencias verbales que le hicieron los agentes presentes en el lugar, tras lo cual los policías le dispararon.
“Uno de nuestros agentes sucumbió a sus heridas”, dijo Pittman en una conferencia de prensa.
Poco después el cuerpo policial identificó al agente fallecido como William F. Evans e indicó que llevaba 18 años de servicio.
Las autoridades informaron que el sospechoso murió poco después de las 13h30 (17H30 GMT), pero todavía no han publicado ningún detalle sobre su identidad.
– “Busque refugio” –
El hecho “no parece estar relacionado con el terrorismo, pero tenemos que seguir investigando para ver si hay algún vínculo de ese tipo”, indicó a los periodistas Robert Contee, el jefe de la policía Metropolitana de Washington. “Necesitamos entender la motivación detrás de este acto sin sentido”, agregó.
Las imágenes de televisión mostraron un coche azul estampado contra la barrera de seguridad de unas de las calles que lleva al Congreso de Estados Unidos y con los intermitentes todavía encendidos.
Tras el asalto al Congreso del 6 de enero, las autoridades erigieron una barrera y cerraron un amplio perímetro en torno al Capitolio, pero en los últimos días comenzaron a reducir la zona vallada y abrir el tránsito.
Tras lo ocurrido este viernes, el Capitolio y los edificios adyacentes fueron cerrados, se ordenó al personal alejarse de las ventanas y se impidió la entrada o la salida del lugar. Después, las autoridades levantaron la alerta, pero mantuvieron el perímetro de seguridad.
De todas formas el Congreso estaba en receso por Semana Santa, por lo que había menos personal en el lugar.
“Si usted está fuera, busque refugio”, indicó en un mensaje de alerta transmitido en el recinto.
En el momento del incidente, el presidente Joe Biden había salido de Washington con destino a la residencia presidencial de Camp David.
El mandatario demócrata dijo estar devastado a raíz del incidente. “Jill (su esposa) y yo tenemos el corazón roto tras enterarnos del violento ataque contra un control de seguridad del Capitolio de Estados Unidos”, afirmó en un comunicado en el que indicó que ordenó colocar la bandera de la Casa Blanca a media asta.
– Banderas a media asta –
La líder de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, decretó que se coloquen las banderas del Capitolio a media asta, pero su jefe de gabinete advirtió que, debido a la situación de alerta, el proceso puede tomar más de lo habitual.
Pelosi dijo que el policía fallecido es “un mártir de la democracia” y afirmó que el Congreso está listo para ayudar a las fuerzas del orden para una investigación “rápida y exhaustiva de este atroz atentado”.
El líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, aseguró que tenía el “corazón roto” por la tragedia del oficial muerto.
Durante su comparecencia Pittman pidió a la ciudadanía que rece por la policía del Capitolio. “Este ha sido un tiempo extremadamente difícil para nosotros”, agregó.
Este incidente se produce después del violento asalto del edificio del Capitolio perpetrado el 6 de enero por partidarios de Trump que querían interrumpir la certificación de las elecciones.
El grupo buscaba impedir la oficialización de los resultados de las elecciones de noviembre en las que Joe Biden se impuso a Trump, después de que el exmandatario republicano clamara sin aportar pruebas que hubo fraude en los comicios.
En los incidentes de enero murieron cinco personas, incluido un agente de la policía del Capitolio.
Desde entonces, los altos mandos de seguridad han advertido que existe la amenaza de grupos de extrema derecha y de seguidores del expresidente Trump.
Tras el atropello se movilizó un importante contingente de agentes de la guardia nacional y de vehículos en el lugar y un helicóptero aterrizó en el área. AFP.