AFP.- El gobierno cubano admitió el viernes haber impedido la entrada a la isla de la periodista Karla Pérez por sus vínculos con opositores políticos fuera de la isla.
Una funcionaria de la cancillería acusó también a periodistas independientes, activistas y organizaciones internacionales de derechos humanos de alimentar la “subversión” en Cuba.
Pérez, una joven de 22 años recién egresada de periodismo, fue impedida el jueves en la mañana de abordar un vuelo en Ciudad de Panamá con destino a La Habana, y se vio obligada a volver a Costa Rica, donde cursó sus estudios, para solicitar refugio.
“Son conocidos los estrechos vínculos con su mentor Eliécer Ávila”, un opositor cubano radicado en Miami, “y con otros personeros”, dijo en conferencia de prensa Yaira Jiménez, directora de comunicación del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Pérez estudiaba periodismo en Costa Rica desde 2017 y, tras terminar la carrera volvía a su país natal haciendo una escala en Panamá.
En Costa Rica había retomado los estudios, luego de ser expulsada de la Universidad de Las Villas, en la provincia cubana de Villa Clara, según cuenta, por haber participado en un blog crítico del gobierno.
“Tenemos el mismo derecho que cualquier otro país a defendernos”, indicó la funcionaria que acusó al portal de noticias independiente ADN, con el que Pérez colabora, de ser “punta de lanza” de una operación el jueves contra la cancillería cubana.
Narró que el jueves, poco después del medio día, cinco personas de ADN acudieron a la cancillería para solicitar información sobre esta ciudadana y luego hicieron una transmisión en vivo para dar a conocer lo que ahí sucedió.
Tenían la “intención de alimentar una campaña mediática que ya se venía formulando” horas antes, añadió.
Jiménez aseguró que este medio es financiado desde el exterior para llevar a cabo “campañas sistemáticas de provocación, como una estrategia de subversión en Cuba”.
También reprochó sumarse a Human Rights Watch (HRW), una ONG internacional que, consideró, “conocido por actos de subversión” contra Cuba.
José Miguel Vivanco, director de HRW con sede en Washington, dijo el jueves en Twitter que “volver al país es un derecho humano”, y condenó este “gravísimo abuso”.
Activistas y periodistas independientes denuncian constantemente en redes sociales que las autoridades mantienen un acoso sobre ellos al impedirles muchas veces salir de sus domicilios y detenerlos por algunas horas para luego liberarlos.
Algunas de estas voces se unieron el jueves al reclamo por el caso de Karla Pérez.
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