AFP.– El virus responsable de la pandemia de covid-19 pasó al hombre hace más de un año, pero aún se desconoce cómo lo hizo. Los expertos de la OMS aportarán apena un principio de respuesta en un informe realizado en medio de intensas presiones de China y Estados Unidos.
La misión que la Organización Mundial de la Salud (OMS) envió a Wuhan, China, donde surgió la pandemia, publicará, en principio a mediados de esta semana, las conclusiones del informe de las investigaciones llevadas a cabo en colaboración con especialistas chinos.
Los expertos internacionales, que fueron autorizados por las autoridades chinas a realizar la investigación en el terreno recién un año después del inicio de la pandemia, regresaron hace más de un mes y la tensión es palpable.
Sobre todo porque el proyecto de publicar un informe preliminar a fines de febrero fue abandonado sin una explicación convincente de la OMS.
A la espera del informe final, diplomáticos estadounidenses y chinos multiplicaron las declaraciones, unos reclamando más “transparencia”, otros asegurando que los expertos de la OMS pudieron llevar a cabo el trabajo gracias a la “cooperación científica” de Pekín.
Pero ¿lograremos conocer el origen del covid-19, que ha causado más de 2,6 millones de muertos desde que se informó del mismo por primera vez en diciembre de 2019 en Wuham, una metrópolis de 11 millones de habitantes en el centro de China?
Tras pasar cuatro semanas en Wuham -la mitad en cuarentena en un hotel-, la investigación de la docena de expertos internacionales reconocidos por sus homólogos en sus diferentes especialidades y comisionados por la OMS acabó sin conclusiones definitivas.
El 9 de febrero en Wuhan, en una conferencia de prensa de varias horas, los expertos se limitaron a emitir las hipótesis, según ellos, las más plausibles, y descartaron otras.
Unas indefiniciones que han alimentado las dudas sobre el acceso a todos los datos y todos los lugares o sobre la independencia de la misión ante las autoridades de Pekín.
Los responsables de la OMS reiteraron el mensaje, antes del inicio del viaje de los especialistas a China: habitualmente, se necesitan años para descubrir el origen exacto de una epidemia.
Sin embargo, políticos y científicos no siempre tienen la misma noción del tiempo.
Mientras los primeros reclaman respuestas inmediatas para responder a las preocupaciones de la población, el zoólogo británico Peter Daszak, miembro de la misión, aseguró el 10 de marzo: “vamos a descubrir bastante rápidamente, durante los próximos años, que disponemos de datos significativos sobre el origen” de la pandemia.
– Miles de muestras –
Los expertos piensan que el SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus que provoca el covid-19, lo hospedaron inicialmente los murciélagos y creen que la pista sobre la transmisión del coronavirus por un animal intermedio -un hurón o tejón, un conejo u otro – es “la más probable”.
Pero las extracciones realizadas en decenas de miles de muestras de animales silvestres, domésticos y de granja no han ofrecido ningún rastro de SARS-CoV-2.
Los expertos no saben tampoco dónde y cuándo empezó la pandemia exactamente, aunque antes de diciembre de 2019 no se señaló ningún foco importante en Wuhan o en otro sitio.
De hecho, tampoco descartan que se haya transmitido a través de carne congelada. Una pista que privilegia Pekín.
La viróloga holandesa Marion Koopmans, miembro de la misión, considera esta hipótesis “completamente válida” y asegura que la OMS realizó experimentos probatorios en pescado congelado durante tres semanas. Otros científicos piensan, en cambio, que es poco probable.
En Wuhan, los expertos parecían excluir la hipótesis de que el virus hubiera podido escapar del instituto de virología de Wuham, como aseguraba la administración Trump.
Pero el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, rectificó diciendo que “todas las hipótesis” están en la mesa y prometió transparencia en la investigación, ante las suspicacias que siguen planeando sobre la misión.
– La OMS apuesta alto –
Denostada por la administración de Donald Trump, que la acusaba de ser demasiado complaciente con China, la OMS ha obtenido el apoyo de su sucesor, Joe Biden.
Pero aunque el nuevo presidente demócrata ha cambiado el tono con la organización, Estados Unidos sigue teniendo “importantes preocupaciones” sobre la investigación de la OMS, y pidió a Pekin que dé más información.
La presión no solo procede de Washington.
El embajador europeo ante la ONU en Ginebra, Walter Stevens, pidió recientemente que el informe sea “totalmente transparente y responda a las preguntas que todos nos hacemos”.
En una carta abierta, 24 investigadores internacionales pidieron una nueva investigación, independiente y más exhaustiva, y denunciaron las “limitaciones estructurales” que sufrieron los trabajos de los expertos de la OMS durante su visita a China.
Los expertos de la OMS aseguraron que habían obtenido el acceso a los lugares y personas que querían, pero el jefe del equipo, Peter Ben Embarek, pidió “más datos” para ir más lejos en la investigación.