Escándalo financiero augura derrota para partido de Merkel en elecciones regionales en Alemania

Escándalo financiero augura derrota para partido de Merkel en elecciones regionales en Alemania

AFP.- Los alemanes votaban este domingo en dos elecciones regionales, en las que los conservadores de la canciller Angela Merkel, enredados en un escándalo financiero, podrían sufrir una dura derrota, a seis meses de las legislativas nacionales.

Los colegios electorales cierran a las 18h00 locales (17h00 GMT) e inmediatamente se conocerán las primeras estimaciones.

La Unión Cristiana Demócrata (CDU) aparece como la perdedora en las dos regiones del suroeste, Baden-Wurtemberg y Renania Palatinado, donde cerca de 11 millones de electores deben renovar los respectivos parlamentos regionales.

Las revelaciones en cascada sobre el llamado “caso de las mascarillas” y las críticas crecientes a la gestión de la crisis sanitaria anuncian “sombrías perspectivas” electorales para los conservadores, opinó este domingo el diario popular Bild.

Las operaciones de votación comenzaron en medio de estrictas precauciones sanitarias que imponen la obligación de la mascarilla, constató un periodista de la AFP en Stuttgart.

La CDU atraviesa “su crisis más grave” desde el escándalo de las cajas negras que precipitó la caída de Helmut Kohl a fines de los años 90, estiman muchos politólogos. 

En esta ocasión, se sospecha que dos diputados habrían recibido comisiones por la compra de mascarillas al principio de la pandemia del coronavirus, empañando la imagen de la mayoría.

  • Verdes ganadores –
    En  Baden-Wurtemberg, feudo conservador hasta 2011, los sondeos auguran a la CDU entre el 23% y el 25% de los votos, lo que sería el peor resultado de su historia.

Los Verdes, que gobiernan desde hace una década esta próspera región, corazón de la industria automovilística, aparecen como los vencedores con amplia ventaja.

Su victoria ofrecería un tercer mandato a Winfried Kretschmann, de 72 años, el único ecologista que dirige una región alemana. La coalición con la CDU, que dirige desde cinco años, suele ser considerada como el laboratorio de una posible alianza nacional entre estos dos partidos en las elecciones del 26 de septiembre.

En la región Renania-Palatinado, vecina de Francia, Bélgica y Luxemburgo, las cosas no se presentan mejor para el partido de la canciller.

Tras haber acariciado la idea de poner fin a tres décadas de dominación socialdemócrata, la CDU está codo con codo con el SPD y la dirigente saliente de la región, Malu Dreyer, podría renovar su mandato.

En cuanto a la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD), que ha caído a nivel nacional, también debería perder votos en las dos regiones. 

Debido a las limitaciones sanitarias por el coronavirus, el voto por correo ha aumentado considerablemente este año.

  • Hartazgo de las restricciones –
    Merkel, que esperaba dejar el poder en lo alto de su popularidad, ve sus planes contrariados por las dificultades de la CDU y su aliado bávaro CSU.

Dos diputados, Georg Nüsslein (CSU) y Nikolas Löbel (CDU), tuvieron que abandonar en los últimos días sus partidos respectivos por sospechas de haberse enriquecido gracias a la epidemia, al actuar como intermediarios con fabricantes en la compra de mascarillas.

En una polémica diferente, el conservador Mark Hauptmann renunció el jueves a su mandato después de ser acusado de colocar publicidad de Azerbaiyán en el diario regional que dirige.

En el pasado, parlamentarios de la CDU fueron acusados de recibir dinero de este país rico en hidrocarburos. Uno de ellos perdió recientemente la inmunidad parlamentaria.

En un intento de apagar el incendio, CDU y CSU dieron de plazo hasta el viernes por la noche a sus parlamentarios para que declararan eventuales ganancias financieras con la epidemia.

La polémica cae en el peor momento para los conservadores que deben designar próximamente a su candidato para la cancillería.

Armin Laschet, nuevo líder de la CDU, aspira a suceder a Merkel aunque el presidente de Baviera, Markus Söder podría tener la misma ambición.

El caso de las mascarillas no hace más que incrementar el hartazgo de millones de alemanes con las restricciones y dudan de la estrategia del gobierno.

Desde el inicio del año, los conservadores han perdido la imagen de gestores eficaces de la crisis epidémica y de sus consecuencias económicas.

Las dificultades de conseguir vacunas contra el covid-19 no han hecho más que acentuar el descontento, con el telón de fondo de un aumento de los contagios en los últimos días. Las autoridades sanitarias no esconden su preocupación ante el inicio de una tercera ola.

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