AFP.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el domingo que no levantará unilateralmente las sanciones contra Irán mientras no cumpla primero con sus compromisos nucleares pese a las demandas del líder supremo la república islámica
Este cruce demostró puso en evidencia el espinoso desafío diplomático que se avecina mientras Biden busca revivir, sin mostrar debilidad, un acuerdo clave denunciado por su predecesor, Donald Trump.
Interrogado por la CBS sobre la posibilidad de levantar esas sanciones para que Teherán vuelva a negociar y salvar el acuerdo nuclear el presidente dijo “No”.
En cambio, asintió con un gesto cuando el periodista le preguntó si los iraníes deberían primero parar con el enriquecimiento de uranio.
Un acuerdo fue alcanzado en 2015 por Estados Unidos y otras potencias (China, Rusia, Alemania, Francia y Gran Bretaña) con Irán para que desista de desarrollar arsenales nucleares.
El pacto quedó pendiendo de un hilo desde 2018 tras la decisión de Trump de retirar a Estados Unidos del mismo y volver a imponer sanciones a Teherán.
Trump argumentó que el acuerdo no limitaba suficientemente el programa nuclear de Irán y se quejó de sus actividades “desestabilizadoras” en la región.
Trump reanudó las sanciones que se habían levantado a raíz del acuerdo, y presionó a sus aliados a hacer lo mismo, pero estos se mostraron reacios.
Un año después, Irán suspendió el cumplimiento de varios compromisos incluidos en ese acuerdo.
- Una pequeña flexibilización -El gobierno de Biden expresó su voluntad de reincorporar a Estados Unidos al pacto pero insiste en que, ante todo, Teherán debe cumplir totalmente sus compromisos.
El 4 de enero, Irán anunció que había acelerado su programa de enriquecimiento de uranio al 20% de pureza; lo cual supera ampliamente el 3,67% permitido por el acuerdo, pero es muy bajo como para producir una bomba atómica.
Biden prometió volver al acuerdo, pero solo con la condición de que Irán primero retome sus compromisos originales.
Desde la llegada a la Casa Blanca del demócrata, el 20 de enero, la comunidad internacional ha estado ansiosa por saber cómo cumpliría su promesa, complicado por la insistencia de Irán de que primero se levanten las sanciones.
El enfrentamiento se hizo más claro el domingo, cuando el líder supremo iraní Ali Khamenei tampoco se mostró demasiado flexible.
“Si quieren que Irán regrese a sus compromisos (…) Estados Unidos debe levantar por completo las sanciones, en la práctica y no en el papel”, dijo el ayatolá el domingo en un discurso televisado.
“Luego verificaremos si de hecho las sanciones se levantaron correctamente”, continuó, y agregó que esta era “la política definitiva de la República Islámica”.
La administración Biden se ha mantenido intencionalmente vaga sobre cómo planea avanzar, tanto que el presidente ignoró por completo el tema el jueves en su primer discurso sobre política exterior desde que asumió el cargo.
Pero el secretario de Estado Antony Blinken habló el viernes con sus homólogos alemanes, franceses y británicos para conformar un frente unido con los tres signatarios europeos del acuerdo nuclear que han rechazado la retirada unilateral de Trump.
Se enfrentan a una fecha límite ajustada: Irán ha amenazado con prohibir el ingreso de inspectores internacionales a sus sitios nucleares el 21 de febrero si no se levantan las sanciones de Estados Unidos.
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