AFP.- Las ciudades estadounidenses de Portland y Seattle fueron escenario de violentas protestas con ataques a locales demócratas y agencias de inmigración solo unas horas después de la investidura de Joe Biden, informaron el jueves las autoridades.
La región del noroeste de Estados Unidos fue el año pasado un hervidero de violentas manifestaciones de grupos de extrema izquierda y esos disturbios parecen reducir la esperanza de que desaparecieran con el fin del mandato de Donald Trump.
Unas 150 personas vandalizaron las oficinas del Partido Demócrata del estado de Oregon la noche del miércoles y un grupo de similar tamaño cargó contra el edificio de las autoridades de inmigración y aduanas en Portland.
“Algunos usaban pistolas de bolas de pimienta, armas de control electrónico, enormes fuegos artificiales, escudos y piedras”, dijo el vocero de la policía de Portland Kevin Allen.
“Agentes federales dispararon municiones para el control de multitudes”, añadió sin dar detalles. Por lo menos ocho personas fueron arrestadas.
Una emisora local informó sobre “lo que parecía ser gas lacrimógeno así como granadas de aturdimiento y munición menos letal, como bolas de pimienta”.
En Seattle, la policía dijo haber arrestado al menos a tres integrantes de un grupo que destrozó ventanas, pintó leyendas en edificios y quemó una bandera de Estados Unidos.
Las autoridades no comentaron sobre la naturaleza política de las protestas.
Pero la violencia y el vandalismo emergieron cuando manifestantes de ultra izquierda planeaban presionar al nuevo gobierno demócrata para reformar rápidamente las leyes sobre inmigración, justicia racial y reforma de la policía.
Según el diario The New York Times, una de las octavillas lanzadas en la manifestación de Seattle atacaba a Biden por “su estúpida” ley aprobada en 1994 a la que le atribuyen legitimar las encarcelaciones masivas.
Solo unas horas después de asumir la presidencia el miércoles, Biden firmó numerosos decretos, entre ellos medidas que protegen a inmigrantes que fueron llevados cuando eran niños a Estados Unidos ilegalmente por sus padres. El nuevo gobierno también presentará una ley que da a los inmigrantes indocumentados un camino hacia la ciudadanía, cosa que les había sido negada por Trump.
El Partido Demócrata de Oregon dijo a la AFP en una declaración que se considera “frustrado y decepcionado” por el daño a sus oficinas, que se encontraban vacías, pero indicó que ese ataque no lo desviaría de su “importante trabajo”.
El año pasado las protestas en el noroeste de Estados Unidos fueron disparadas por la ira generada por la muerte de negros estadounidenses a manos de policías en todo el país.
amz/bfm/gm/rsr
© Agence France-Presse