Redacción AFP.– Joe Biden asume este miércoles como presidente de Estados Unidos, lo que abre un nuevo capítulo en un país dividido y en crisis, situación que quedará reflejada en el traspaso del mando, marcado por la seguridad extrema tras el asalto al Capitolio y por la ausencia del predecesor, Donald Trump.
En una ciudad sitiada y casi irreconocible, con 25.000 efectivos de la Guardia Nacional y refuerzos policiales llegados de todo el país, Biden jurará el cargo a las 17H00 GMT delante del ala oeste del Capitolio, en una ceremonia sin el tradicional público que se agolpa en la explanada para saludar al nuevo presidente.
En su lugar habrá miles de banderas estadounidenses para recordar a los más de 400.000 muertos que ha dejado la pandemia en el país. También estará escoltado por los expresidentes demócratas Barack Obama y Bill Clinton y por el exmandatario republicano George W. Bush.
Su vicepresidenta, Kamala Harris, pasará a la historia como la primera mujer en ocupar el cargo. Además es la primera persona negra y de origen indio en ser elegida para este puesto.
La encargada de tomarle juramento será la jueza de la Corte Suprema Gloria Sotomayor, primera magistrada de origen latino en alcanzar el alto tribunal.
La decisión de Trump de faltar a la ceremonia y volar hacia Florida en la mañana, sin recibir al nuevo inquilino de la Casa Blanca, rompe con una tradición de 150 años.
Esta ausencia muestra la crispación que vive el país, agudizada desde que el mandatario saliente se enzarzó en una dura batalla por impugnar los resultados de las elecciones de noviembre, ganadas por Biden.